El pasado 22 de enero se realizó la reunión del Grupo de Trabajo sobre Modernización Financiera y Reforma Regulatoria (WGFMRR) de la Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI). Este grupo de trabajo tiene como objetivo asistir a las EFS frente a los múltiples esfuerzos gubernamentales en la modernización de los sistemas de regulación financiera; así como el intercambio de conocimientos sobre la evaluación de las reformas nacionales, su progreso y su seguimiento.
Bajo la presidencia de la Oficina de Contabilidad del Gobierno de Estados Unidos (Government Accountability Office, GAO), el WGFMRR materializa su objetivo a través de tres estrategias: identificar herramientas y metodologías líderes para auditar agencias reguladoras Y sistemas financieros; mejorar la coordinación entre las Entidades Fiscalizadoras Superiores y otros organismos internacionales, e informar sobre áreas de reforma potencial, debilidad regulatoria y brechas dentro de los sistemas financieros nacionales, supranacionales y globales.
La reunión en la que la ASF fue parte activa, se enfocó en identificar los riesgos financieros emergentes y las respuestas a raíz de la pandemia de COVID-19, para lo cual se analizaron las medidas adoptadas por diversos gobiernos para la recuperación económica y el acompañamiento de las EFS de cada país.
Por ejemplo, la EFS de China en su presentación precisó que, a diferencia de años anteriores, la recuperación económica para el 2021 está ligada al control de la pandemia y no tiene mucha relación con las políticas fiscales y monetarias.
Se destacaron los diferentes enfoques para la atención de la pandemia, que han tenido EE.UU. y China. En los cuales China, adoptó medidas restrictivas para el control del COVID-19 y apoyó las actividades económicas dedicadas a la producción. Por otro lado, EE.UU. tuvo un enfoque distinto con las medidas restrictivas; apoyó las actividades económicas dedicadas a la demanda y, creo un programa de estímulos económicos.
Por su parte, la EFS de Canadá expuso algunos resultados y los desafíos que enfrentaron para auditar al Departamento de Finanzas y la Agencia de Impuestos de Canadá respecto del programa de subsidio al salario, al cual se destinaron 80 millones de USD para ayudar a conservar los puestos de trabajo y garantizar un ingreso a los trabajadores. La Auditoría buscó analizar si el programa fue diseñado adecuadamente y si se establecieron los controles necesarios para su administración. La rapidez con la que el programa fue diseñado, limitó el programa, no obstante, entre los hallazgos, destacan que la pandemia expuso las debilidades en el apoyo a salarios, tanto para trabajadores como patrones y que los sistemas de tecnologías de la información no eran aptos para recibir y procesar tal cantidad de solicitudes.
En la reunión también participó un representante del FMI, quien comentó que las políticas públicas tengan como prioridad dos vertientes: la primera, enfocada al aseguramiento de la efectividad de los sistemas de salud provistos para acelerar la vacunación, destacando la importancia de regresar gradualmente a la normalidad, en aquellos lugares donde los contagios se han mantenido bajos; y respecto a la economía resiliente y equitativa para la post-pandemia.
Sortear este desafío no es sencillo, por ello en México, para el manejo correcto de los recursos públicos federales la ASF como la única entidad responsable de la fiscalización superior a nivel constitucional, estará atenta a vigilar que el gran flujo de recursos públicos que se destinaron y destinarán a las políticas públicas dirigidas a controlar la pandemia, fortalecer al sistema de salud y a recuperar la economía, se ejerzan con legalidad, transparencia y honestidad.
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