En los últimos dÃas, Tamaulipas ha sido testigo de cambios importantes en el área de seguridad pública. Jorge Cuéllar Montoya dejó la vocerÃa de seguridad, y en su lugar fue designado Willy Zúñiga Castillo, un funcionario con experiencia en temas de seguridad pero también con pasado en gobiernos priistas.
La salida de Cuéllar se da tras una serie de errores en el manejo de la comunicación oficial. Primero, cuando aseguró que el delegado del IMSS no habÃa sido detenido, pese a que horas después el propio instituto anunció una denuncia ante la FGR.
Luego, con la presunta cancelación de la visa del gobernador Américo Villarreal; el vocero tardó en salir a desmentir la información y cuando lo hizo, sus declaraciones fueron confusas, primero negando la versión y después diciendo que no estaba confirmada.
Ahora, quien asume el cargo es Willy Zúñiga, quien en tiempos del priista Egidio Torre Cantú fue coordinador estatal antisecuestros. Después asumió cargos importantes en la Ciudad de México y regresó a Tamaulipas como rector de la Universidad de Justicia, puesto que dejó hace apenas unos dÃas para tomar el reto de la vocerÃa.
Junto con él, otro personaje que regresa a la esfera pública, emanado de los gobiernos priistas, es Ismael Quintanilla Acosta, exprocurador de Justicia en el sexenio de Egidio, y ahora nuevo abogado general de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Ambos, por cierto, coincidieron en uno de los casos más mediáticos de aquel sexenio: El secuestro del futbolista Alan Pulido en 2016 ¿lo recuerda?
Quintanilla, como procurador, encabezó la investigación e informó públicamente que los responsables pertenecÃan a un grupo delincuencial incluyendo al autor intelectual, quien tenÃa un vÃnculo familiar con el futbolista. En ese entonces, Willy Zúñiga era el coordinador estatal antisecuestros, por lo que es probable que también haya participado en la operación para resolver el caso, aunque su intervención no fue tan visible.
Estos nombramientos reflejan una lÃnea clara en la administración de Américo Villarreal, el regreso de perfiles que ya ocuparon puestos clave en gobiernos anteriores, quizá en intento por echar mano de la experiencia de estos personajes.
Lo cierto es que el reto es enorme. La seguridad sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los tamaulipecos, y su llegada deberá traer cambios positivos para la entidad.
Veremos
Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales.