Los alcaldes, diputados federales y locales que decidan buscar la reelección, como Usted sabe, podrán seguir desempeñando sus funciones durante el periodo de campaña, pero también pueden separarse del cargo durante un lapso de tiempo, que solicitarán a su albedrío para realizar proselitismo. Sólo que durante el periodo de campaña no deben percibir salarios, dietas o cualquier otro ingreso institucional, porque de no ser así, se romperá el principio de equidad durante la contienda, lo cual está precisado en la ley.
Desde luego lo anterior aplica a todos los integrantes de la planilla municipal, síndicos y regidores que estén transitando por la vía de la reelección o que sean candidatos a alcaldes o diputados.
Esto que parece obvio, ha empezado a ser revisado en algunos estados del país, y su aplicación la han hecho visible para evitar procedimientos que pongan en tela de duda el cumplimiento de la norma, o bien ser blanco de descalificaciones y lo que es peor, que el tema llegue ante los tribunales durante la calificación de la elección.
Incluso la Suprema Corte de la Nación intervino en el caso de Baja California, para precisar con claridad que quienes pretendan reelegirse, deberán de abstenerse de usar recursos públicos, y esto incluye salarios de quienes se promuevan, en el plazo en que deban hacer actos de proselitismo.
Recordemos que Oscar Almaraz buscó la reelección como alcalde de Cd. Victoria, y se separó del cargo un lapso, regreso otros días y luego volvió a retirarse del encargo para seguir con la campaña, esto para evitar pedir una licencia definitiva, de esa manera tras un resultado adverso, tuvo oportunidad de regresar a concluir el periodo y participar en la entrega recepción.
En esa época no había el encono que hoy calienta la arena electoral, nadie preguntó ni averiguó más detalles, porque siempre se ha mantenido el principio de buena fe, pero hoy tenemos actores con tendencia a descalificar y enjuiciar, y a buscar soluciones en los tribunales cuando los resultados de la urnas no son satisfactorios para ellos.
En Tamaulipas la batalla se dará entre las dos principales fuerzas políticas, PAN y Morena, pronto veremos el calentamiento del ambiente y más vale que desde ahora las voces institucionales lo precisen, lo delimiten o de ser necesario como en Baja California practiquen reformas que esclarezca el tema de ser necesario, y de esta manera evitar problemas innecesarios.
CONFLICTOS EN MORENA POR CANDIDATURAS
Ya suenan los tambores de guerra en el interior de los círculos morenistas, lo mismo en Victoria donde hay una ola de rechazo contra la posible candidatura de Eduardo Gattás, que en el Mante donde hay por lo menos dos facciones encabezadas por fundadores del movimiento social emprendido por Andrés Manuel López Obrador, al que siguieron y apoyaron desde 2006 y obviamente hoy quieren su recompensa a través de candidaturas.
Eso son reclamos muy visibles, pero hay otros de municipios menores que se han apersonado en el domicilio del partido en esta capital, y esto anuncia que Morena estará en una encrucijada, porque entre la militancia leal al primer morenista del país no se visualizan cartas ganadoras, pronto veremos con qué elementos priistas o expriistas vestirá su opción electoral ante la falta de cuadros con experiencia y aprobación social.
Porque a pesar de la constante descalificación al PRI y PRD, Morena está formada por militantes de ambas corrientes políticas.
Mientras tanto el activismo morenista invade las redes sociales con mensajes de descalificación a la gestión panista en Tamaulipas, una de tantas versiones que ha promovido, se refiere al supuesto regreso del cobro de tenencia vehicular, al respecto el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca lo desmintió en conferencia de prensa.
El mandatario estatal ratificó que mientras dure su mandato, y a pesar de los recortes presupuestales no se cobrará la tenencia, “se van a quedar con las ganas”, enfatizó.
En la misma conferencia de prensa García Cabeza de Vaca abordó el tema de los bloqueos en la carretera Tampico-Mante, precisó que es un conflicto entre particulares pero que atañen al gobierno federal y lanzó un exhorto a la Secretaría del Trabajo y la Guardia Nacional para que atiendan el problema.
Por lo que se refiere a este tema, no sabemos si la Delegación Federal del Trabajo desapareció en la “poda” de dependencias que ordenó el Gobierno de la 4ª T, para instituir los delegados de Programas para el Desarrollo, que es el título oficial de lo que conocemos popularmente como “Super-delegaciones”.
Tampoco está visible el Delegado de la Secretaría de Gobernación, Javier Córdoba González, quien reemplazará al Dr. Felipe Garza Narváez a partir del 14 de octubre, y que en este caso sería la voz intermediaria autorizada.
Cuando decimos que Córdoba no está visible, es porque no hay información sobre su gestión, ni siquiera un reporte en los buscadores digitales. Por cierto se comenta, que Javier llegó a la referida delegación federal por intervención de Héctor Martín “El Guasón” Garza González, hoy en la fría banca.
La cuestión es que el conflicto ahí está, y corresponde al Gobierno Federal intervenir, sea a través de uno de sus representantes en Tamaulipas o con un enviado especial.