Aunque es uno de los valores máa sólidos en la política, curiosamente también es uno de los más débiles.

Puede construir imperios y paradójicamente también puede hacerlos pedazos.

Sobre ese atributo se han cimentado tanto reinadosqueridos como dictaduras atroces, pero también por la falta del mismo, personajes y sistemas sociales que parecían fortalezas eternas se han derrumbado estrepitosamente.

¿Cuál es ese valor tan significativo?

Tiene nombre corto, pero sus alcances yconsecuencias pueden ser extraordinarios.

Me refiero a la lealtad.

Viene al caso hablar sobre ese tema por lo que hoy sucede en el Congreso de Tamaulipas, donde la bancada de Acción Nacional –hoy mayoría en esa Cámara– ha asumido el papel de protectora inamovible del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que está en la antesala de dejar ese puesto.La lucha por controlar esa Legislatura no admite interpretaciones: Quieren todo el poder.

Parece obvio señalar que el motivo de tan feroz combate es la defensa a ultranza de los intereses y persona del aún mandatario para cuando éste deje el Poder Ejecutivo estatal, un objeivo derivadoprecisamente de la lealtad, en este caso partidista, a que hago referencia líneas arriba.

Bueno, si esa es la finalidad, le tengo malas noticias al gobernador.

En la política, la lealtad sobrevive como asienta una cruda frase en ese entorno, hasta que el presupuesto alcance. En otras palabras, cuando el hacedor de fortunas y dispensador de favores termine su período, se convertirá en un mortal más a quien no sólo le negarán esa lealtad, sino tambien no le querrán dar ni el saludo. Es historia escrita.

Todos los gobernadores de Tamaulipas han difrutado de sexenios dorados en donde su palabra era ley, perouna vez concluido su mandato, buena parte de ellosfue colocada en un rincón oscuro, en un patético símil de la canción infantil “La Muñeca Fea”.

Así le sucedió, por citar sólo algunos ejemplos cercanos, a Manuel Cavazos, luego a Tomás Yarrington y posteriormente a Eugenio Hernández, sobre quienes sus enemigos se cebaron al dejar su cargo. Con el cierre de sus administraciones terminó también la lealtad que les juraban los miembros de la corte y ninguno de ellos sacó una simbólica espadapara defender con gallardía el honor de quienes lesdieron casí todo.

No es cuestión de jugar al vidente. La misma deslealtad sufrirá Francisco García Cabeza de Vaca.

Tal vez después del 1 de octubre dure un mes o dos meses la actual lealtad. Quizás algo más en quienes realmente se consideran sus amigos, pero la cauda de legisladores azules –no cuenten para nada con los priístas en ese sentido– que hoy son unas fieras para defender su guarida, se convertirán en una vaporosa nube cuando ya no haya más jugo que sacar al presupuesto.

Señor gobernador, no descubro el hilo negro, usted no será una excepción. Terminará en el baúl de la historia y para algunos en calidad de innombrable.

Todo lo que hacen hoy quienes considera “sus” diputados, terminará en poco o nada cuando tome posesión el nuevo sol, Américo Villarreal Anaya, para revalidar el viejo y realista refrán que apunta:

“Primero mis dientes y luego mis parientes”…

UAT: VINCULACION CON QUIENES MÁS LA NECESITAN

Haber pasado por las aulas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas es una de mis grandes satisfacciones personales.

En el tiempo que tuve ese honor, uno de sus perfiles más relevantes era la vinculación con la sociedad, para devolverle a ésta parte del apoyo otorgado tanto a la institución como a los profesionales que forjaba.

En este escenario, me reconforta confirmar que ese perfil sigue vivo y se ha fortalecido, como lo demuestra el encuentro que impulsado por el Rector Guillermo Mendoza busca establecer un diálogo con los sectores sociales, económicos, público y privado, para armar estrategias que coadyuven al desarrollo general.

En particular, me complace ver entre los beneficiados a municipios como Güémez, Soto la Marina y Jiménez, porque significa que el avance se busca parejo, haciendo énfasis en comunidades que lo necesitan quizás más que las grandes urbes.

Bien por la UAT y su Rectoría, que siguen construyendo uno de los rostros más cálidos de nuestra máxima casa de estudios…

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