En estos momentos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), no se puede dar el lujo de “dejar hacer y dejar pasar” la situación en torno a su dirigente nacional, ALEJANDRO ‘Alito’ MORENO CÁRDENAS, aunque de momento así lo están haciendo.
El campechano tricolor tiene varios frentes que ametrallan su imagen, comprometen su dirigencia y, lo peor, “tambalean” los acuerdos con la coalición “Va por México”.
Aquí en Tamaulipas, el dirigente del Comité Directivo Estatal del PRI, ÉDGAR MELHEM SALINAS, ha señalado una y otra vez que los ataques en contra de MORENO CÁRDENAS, tienen el sello de Palacio Nacional.
Los mismos, es decir las “brutales agresiones” son infundadas desde que su Líder nacional, es decir “Alito”, se negó a brindar su apoyo para que fuera “palomeada” la reforma energética, algo que no le perdona el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Aunque la hipótesis de ÉDGAR MELHEM suena muy lógica, si se toma en cuenta que cuando se le dio revés a la reforma energética se acusó a todos los opositores de traidores a la patria y hasta se hizo una campaña nacional para ello, MORENO CÁRDENAS se ha puesto de “a pechito” por culpa de su propia lengua y acciones.
No se puede ocultar que el dirigente nacional del PRI tiene varios frentes abiertos y aquí enumero algunos: (1) Los audios que la gobernadora de Campeche ha difundido con “mucha prisa”, sin pudor ni vergüenza, que dejan mal parado o impresentable a MORENO CÁRDENAS; pero que además todavía hay muchos para seguir filtrando.
(2) La férrea presión que mete el senador MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG para que renuncie “Alito” como dirigente, convocando a los dirigentes del PAN y PRD para que no celebren acuerdos de cara al 2024.
(3) Una cantidad importante de ex dirigentes nacional que, presuntamente pastoreados por OSORIO CHONG, en acuerdo con Palacio Nacional, a cambio de canonjías, también le demandan su dimisión, lo que no es cosa menor.
(4) La postura de 15 ex gobernadores del PRI que exigen la renuncia de “Alito” ante la pérdida de 19 gubernaturas y otras posiciones de representación federal y local, como congresos y municipios.
(5) El fuerte embate de Morena en la Cámara de Diputados que, a través de la diputada guinda ANDREA CHÁVEZ, de Chihuahua, solicitó a la Junta de Coordinación Política la suspensión de “Alito” como presidente de la Comisión de Gobernación.
(6) El delicado tema que representa la duda que mete la gobernadora de Campeche, LAYDA SANSORES, al asegurar que “Alito” tiene “pack” de diputadas del PRI, con poca o nula ropa, lo que de entrada pudiera ser un delito.
(7) La mansión de “Alito”, que ha sido empleada para presentarlo como un impresentable ante una sociedad en donde la mitad del país vive en pobreza… Punto y aparte.
En medio de estos tsunamis de acusaciones, demandas y “ajusticiamientos”, “Alito” MORENO aseguró hace unos días que no sólo saldría bien librado de todo, sino que sería el candidato de la coalición “Va por México” en el 2024, lo cual parece una postura de seguir meneando el capote ante la embestida del toro… Es decir: todavía ven cómo lo trae y los “torea”.
Sentenciar que será candidato, cuando todavía no hay una base sólida, salvo el acuerdo de ir juntos al 2024, con “Va por México”, suena más a necedad que a sinceridad y genera la percepción de que “Alito” ya perdió la cordura ante tanta presión que ha venido recibido cada vez más fuerte de los frentes comentados.
Es plausible y vale reconocer, la postura que han adoptado los dirigentes estatales del PRI en México, incluido el tamaulipeco ÉDGAR MELHEM SALINAS, que además de solidarizarse con su dirigente nacional, han cerrado filas en torno a él.
Pero a estas alturas de la película, la sólo presión de ex dirigentes y ex gobernadores del PRI, es decir excluyendo la presión de la Fiscalía de Campeche y la gobernadora LAYDA SANSORES, pidiendo “guillotinar” a MORENO CÁRDENAS, debería llamar a la reflexión.
Estatutariamente, “Alito” MORENO CÁRDENAS no está obligado a dejar la dirigencia nacional hasta dentro de poco más de un año; pero por salud política podría ser muy conveniente un ajuste en la fecha.
No se trata de defender al PRI tratando de defender al dirigente nacional soportando metralla mediática, “juicios sumarios” y vergüenza social; se trata, más bien, se salvar al partido evitando que se hunda más, arrastrado por la “mala prensa” de su Líder; independientemente de las fuerzas y los motivos que impulsan su derrocamiento.
No se debe pasar por alto lo siguiente: el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ya tiene medida a la oposición y las casi 20 gubernaturas que Morena tendría para el 2024, le darán a Morena financiamiento, estructura y manga ancha para una cómoda operación política.
De manera que, si el PRI nacional no decide cambiar a su dirigente “Alito”, la coalición “Va por México” tendría poca fuerza basada en tal vez diez o 12 gobernadores y entrarían a una lucha desgastados no sólo con “Alito” sino también, por el lado de Acción Nacional, con MARKO CORTÉS como dirigente, a quien por cierto los azules también piden su baja, pero de ese tema escribiremos más adelante…
En el peor escenario: Sostener a “Alito” y perder el próximo año la elección del Estado de México, con lo que tradicionalmente representa ese estado para el PRI, estaría martillando el último clavo al ataúd de lo que una vez fue el partidazo.
El PRI tiene cuadros que sustituirían con facilidad al dirigente nacional y hasta mejorarían al partido, que hoy está envuelto en entredichos y en “desgracia”; por lo que los priistas ya no tienen que perder, cuando tienen de frente el camino más obvio de cara al 2024… Pendientes…
GRACIAS… Nos leemos hasta el lunes
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