¡Ah, qué hombre tan inquieto! ¿Cuándo será el día en que dejes de realizar actividades extras en pos de la salud pública? Exclamación que cada año me ha hecho mi esposa desde que me inicié como trabajador en el servicio público. He de reconocer que nunca me he limitado a ejecutar las tareas oficiales propias de los programas normativos; las actividades extras son para mí, un complemento indispensable, que cubre áreas de oportunidad que normalmente no son tomadas en cuenta en la planeación, y que resultan ser de suma importancia para consolidar el trabajo institucional.
Sin ningún otro interés que el de coadyuvar a la optimización del desempeño profesional e incentivar una productividad con calidad y calidez, tenemos, efectivamente, 38 años de estar promoviendo iniciativas para ello, algunas han logrado contar con apoyo institucional, pero siempre acotado, debido a la falta de voluntad política, por no considerar prioritario, que tanto los usuarios como los prestadores de los servicios, opinen al respecto. Los funcionarios que laboran en la planeación de planes y programas de salud pública, pueden rebatirme lo que expongo, incluso, pueden demostrarme con documentos y acciones que siempre han incentivado la participación comunitaria y que han motivado a los trabajadores a que den su opinión, pero en la práctica, no se refleja el sentir de tan importantes actores.
Siempre se ha dicho que la solución de los problemas de nuestra patria, radica en la participación organizada, honesta y responsable de la comunidad; hoy más que nunca, estamos ante esa valiosa oportunidad de ser escuchados y participar en ello, y en lo que respecta al área de mi competencia profesional, hagámoslo por ti, por mí y por la salud pública de los mexicanos.
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