El oleoducto más asediado en el país por huachicoleros está en Puebla. ¿Por qué es el único en el país que permanece en operación? ¿Por qué a esta región no le afecta el desabasto?

¿Por qué Guanajuato y Querétaro están en estatus de convulsión por el desabasto? La causa es por política.
Guanajuato y Querétaro tienen gobiernos estatales panistas; hay que golpearlos y prontito, apenas entrando al poder el hoy presidente López. En Puebla, Barboza de MORENA, competirá por la gubernatura, por lo tanto, no importa que continúen robando a PEMEX. El verdadero interés, el objetivo del presidente López es tener el control completo, absoluto del país. Apoderarse de México. Ser dueño y cobrar a los mexicanos facturas y viejos resentimientos.
No se trata de lucha contra la corrupción. Están midiendo, conociendo el terreno y las mecánicas utilizadas para robar a PEMEX pues el presidente López busca el control de la nueva corrupción, de la cuarta transformación. No se deje engañar.

Ese estilo de hablar en pausas, esa manera de informar sin datos, el hablar de generalidades sin particularizar, quién, cómo, dónde se corrompe; la austeridad es aparente en la persona del presidente López, no en su familia, deshacerse del avión presidencial, son el disfraz adecuado y ampliamente utilizado para alimentar al fanatismo, por quienes, en otros países, lograron ser dueños del poder político. El presidente López anhela satisfacer su retorcido ego y ambiciones sin control. Busca llevar a los mexicanos a un estatus de enfrentamiento interno pues “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

“Me debo al pueblo”, frase demoniaca. Presencia taimada de falso mesías. Poco a poco, se descubre la personalidad oscura del ahora presidente López, ampliamente señalada y conocida desde hace muchos años, con particularidades específicas. Tergiversar era su política como jefe del antes Distrito Federal, era su estilo característico; encharcamiento para inundación. El Distrito Federal se encharca, no se inunda. Manipular las cifras para mostrar que el crimen iba a la baja en su administración, otra estrategia de engaño de su amplio repertorio.

Ahora, por estrategia política, no se entrega gasolina en cantidad suficiente y con oportunidad al consumidor final de entidades rivales en partidismo político, y según el presidente López, no se trata de desabasto, y le concedo razón, se trata de una estrategia para destruir una nación, y posteriormente emerger como el salvador, el mesías, que rescata un país de una catástrofe heredada por gobiernos que le antecedieron y tronaron a México.