* La autora es Secretaria General de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión
El 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y con ese motivo se efectúan, numerosas manifestaciones en México y en el mundo, para hacer conciencia en torno de este problema, entre ciudadanos y gobiernos.
Dicha fecha fue elegida en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en 1981 y posteriormente aprobada por la resolución oficial de la ONU en el año 2000, debido a que en ese mismo día pero de 1960 fueron asesinadas las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, por haber haber sido líderes en la lucha contra el régimen del dictador de la República Dominicana, Rafael Trujillo, quién a lo largo de varios años y en diversas ocasiones las encarceló y sometió a violaciones y torturas.
Si bien el problema de violencia que hoy enfrentan las mujeres en México y en el mundo no necesariamente está vinculado a la actividad política, aún está en un proceso de resolución que parece lento y complejo. Sin duda, sobre el tema se ha escrito mucho en días recientes, por lo que quiero aprovechar este espacio para destacar el trabajo de las mujeres en la vida política de nuestro país y, en concreto, en Tamaulipas.
Mucho antes de que surgiera la llamada teoría de género y la lucha feminista por la igualdad en derechos, hubo mujeres que destacaron por su inteligencia y compromiso en momentos decisivos de la historia de México: Doña Malintzin en la conquista, Sor Juana Inés de la Cruz en el virreinato, Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario en la independencia, Margarita Maza en la reforma, Carmen Serdán durante la revolución y tantas otras que son rememoradas en el libro “Historia de las Mujeres en México”, editado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
Destaca Elvia Carrillo Puerto, hermana de Felipe de los mismos apellidos, ex gobernador de Yucatán, una activista que participó en la fundación de las “Ligas de Resistencia Feministas” que perseguían como objetivo organizar a las mujeres para apoyarse mutuamente en cuestiones relacionadas con la alfabetización, propiedad de la tierra, el trabajo, el control de la natalidad y, como consecuencia, la sexualidad, además de los temas políticos y, en el centro de éstos, el derecho a votar y ser votada.
Ya desde 1919, con Venustiano Carranza en el gobierno, Elvia impulsó la inclusión del tema del voto femenino en la agenda legislativa pero no fue escuchada, a pesar de lo cual siguió perseverando hasta que en 1923 fue electa como diputada al congreso local, cargo que no pudo desempeñar al anularse las elecciones, tras el asesinato de su hermano, entonces gobernador de Yucatán.
Pero la llama feminista estaba encendida y en todo el país las mujeres siguieron organizándose para participar en la vida política del país de manera activa, así como para la consecución de sus objetivos de género. En Tamaulipas, sobresale Olivia Ramírez Pérez, nacida en Jaumave, apoyada por el Partido Socialista Fronterizo vinculado al Partido Socialista del Sureste, fundado por Carrillo Puerto. El autor Francisco Ramos Aguirre menciona, en su Diccionario Biográfico del Magisterio Tamaulipeco, que la maestra Ramírez gestionó la creación del Centro Cultural Obrero para Mujeres en 1925.
Destaca también Amalia Caballero de Castillo Ledón, que además de su brillante trayectoria como diplomática y escritora, es ampliamente reconocida en México y fuera del país por su compromiso con las causas feministas, fue Subsecretaria de Asuntos Culturales de la Secretaría de Educación Pública, siendo la primera mujer en formar parte de un gabinete presidencial, habiendo colaborado con el secretario Jaime Torres Bodet, según dato publicado en el Diccionario Biográfico Tamaulipeco, editado por el Instituto de Investigaciones Historicas de la UAT.
Nacida en Santander Jiménez, la maestra Caballero fundó el Ateneo Mexicano de Mujeres y el Club Internacional de Mujeres, a la vez que encabezó la demanda en favor del voto para las mujeres, primero ante el General Lázaro Cárdenas y luego ante Adolfo Ruiz Cortinez, viejo anhelo que al fin se vio realizado con la reforma constitucional promulgada el 17 de octubre de 1953.
Posterior a dicha fecha, poco a poco las mujeres empiezan a ocupar puestos de elección popular en Tamaulipas, como fue el caso de la maestra Elvia Rangel de la Fuente, victorense, primera diputada federal por Tamaulipas (1961-1964); la agrarista Aurora Cruz de Mora, de Altamira, primera presidenta municipal electa en el estado (1961-1962); Doña Refugio Perales de Villanueva, de Hidalgo, primera diputada local ante el Congreso de Tamaulipas (1966-1968) y la licenciada Martha Chávez Padrón, tampiqueña, primera senadora que representó a Tamaulipas (1976-1982).
Lo que entonces fueron casos excepcionales, hoy, en todos los procesos electorales, federales, estatales y municipales, es la regla. Por ley, deben postularse hombres y mujeres por igual. La paridad de género es una realidad gracias al ejemplo y la lucha de las mujeres aquí mencionadas, así como al compromiso, lealtad y valor de quiénes les acompañaron hasta el final.
* Secretaria General de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión