En la definición de los precandidatos a senadores y diputados federales del Partido Revolucionario Institucional, como asienta una frase popular, las ausencias se sienten más que las presencias.

En algunos casos ilustres desconocidos, en otros sólo con méritos de apellidos famosos pero desfasados, algunos con cero en experiencia y en el resto predomina lo que se suele llamar medios tonos. Para algunos, variados matices de gris.

¿Fueron designados estos abanderados priístas rivales a modo para los protegidos por el partido en el poder en Tamaulipas?

Por lo menos eso parecen en un buen número de casos, si fueran las trayectorias personales las que los llevarán a contender en las urnas, pero en los hechos asoma la percepción de que quienes manejarán los dados en la elección serán, en buena parte, sus padrinos. ¿Por qué?

Porque en el escenario electoral tricolor de Tamaulipas, todo indica que más que una lucha por los votos lo que se avecina es una cauda de acuerdos oscuros bajo la mesa. Por eso la notoria ausencia –para decirlo en términos pugilísticos– de los pesos completos del PRI, por eso la manipulación de pesos mosca, que en esta ocasión, más que candidatos serán, todo lo indica, peones sacrificables en este tablero de ajedrez político.

 

¡VIVE LA VIE!…

El título de este espacio no está equivocado. Es francés y significa la vive la vida. Lo cito porque no sé si con el cambio de Presidente del Congreso Local llegó a él alguna dosis de capacidad y de liderazgo que tanta falta le hacen al Poder Legislativo de Tamaulipas, pero si esos atributos siguen brillando por su ausencia, por lo menos queda claro que a ese cuerpo colegiado llegó el “glamour”.

Sí, con esa palabra se puede definir al nuevo dirigente de la Junta de Coordinación Política.

Corbata de seda y pañuelo de la misma textura y color, traje de Hugo Boss, Armani o Hermenegildo Zegna, aromas de Dior, Versace o Mont Blanc, son apenas algunas de las características de Glafiro Salinas Mendiola, quien sustituye desde ayer en ese puesto al despatarrado Carlos Alberto García González.

¿Se habrán puesto de moda, como dice López Obrador, los señoritingos?

En realidad, no importa. Lo que sí es necesario es que con don Glafiro el Congreso haga el papel que se espera de él, con adecuaciones legales realistas, con atención a las inquietudes de sus representados, sin distracciones propias de vidas palaciegas y conferencias que a nadie le importan y sin la aberrante práctica de lanzar exhortos a diestra y siniestra que terminan como las llamadas a misa:

Se escuchan, pero las atiende quien se le pega la maldita gana…

 

“MORENO” DE RAÍZ

Para quienes acusan a López Obrador de ser depósito de basura de todos los partidos, la excepción a ese señalamiento parece ser Armando Zertuche, registrado ayer como precandidato de MORENA a la presidencia municipal de Reynosa.

No descubro el hilo negro, pero el sicólogo de profesión es uno de los militantes de Regeneración Nacional desde que éste membrete vio la luz. No encaneció en sus trincheras porque ya llegó con edad más que madura a las mismas, pero sí vio nacer prácticamente a ese instituto tanto en Tamaulipas como en latitudes fuera de nuestro Estado, lo que lo hace uno de los paisanos con mayor cercanía al tabasqueño. Con certeza será él el candidato de Andrés Manuel en esa atribulada frontera.

Encaminado el PRI a una nueva derrota en la joya electoral de la corona tamaulipeca, sin duda el candidato panista –quien sea el que se defina desde Victoria– sufrirá ante Zertuche porque si algunos no lo recuerdan, a pesar de que Acción Nacional está en el poder local paradójicamente es en Reynosa donde mayor fuerza tienen las huestes del Peje…

 

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