En Tamaulipas, otra vez se habla de aumentar la tarifa del transporte público, de hecho el nuevo ajuste podría anunciarse en cualquier momento.

La pregunta es ¿con qué cara? Apenas el año pasado se autorizó un incremento de dos pesos, y ahora en 2025 ya preparan otro ajuste. En menos de dos años, el pasaje subiría tres pesos, pero las unidades siguen igual de destartaladas, incómodas y sin modernizar.

Actualmente, el costo del pasaje es de $11 para el público en general y $8 para estudiantes. Pero la realidad que enfrentan los usuarios todos los días dista mucho del servicio que deberían de recibir, sobre todo aquí en Ciudad Victoria.

¿Qué ha recibido el ciudadano desde el aumento anterior? Nada. Ni camiones nuevos ni rutas más eficientes ni mejor atención. Lo único que ha llegado es el cobro más alto.

El subsecretario de Transporte, Armando Núñez Montelongo, dijo que el estudio técnico ya concluyó y que el ajuste busca compensar el aumento en insumos como el combustible y las refacciones, lo que entendemos perfectamente pues todo sube. Pero eso ya lo dijeron el año pasado. ¿Dónde quedó ese dinero? ¿Quién supervisa en qué se usó? ¿Y por qué no se obliga a los concesionarios a reinvertir en sus unidades antes de volver a pedir más?

Las calles todavía están llenas de unidades chatarra, con asientos rotos, choferes sin capacitación, horarios que no se respetan y rutas que desaparecieron. ¿A ésto le quieren subir el precio otra vez? Los usuarios viajan como pueden, pagando más por lo mismo y sin derecho siquiera a quejarse.

Lo más grave es que muchos ciudadanos apenas logran completar lo básico en su economía. Y ahora, además de la inflación, el incremento en los productos de primera necesidad (y agréguele usted a la lista) tendrán que pagar más por un servicio que no mejora.

El transporte público no puede seguir siendo una carga más para el ciudadano sin ofrecerle nada a cambio. Si ya subieron la tarifa y no mejoró nada, ¿por qué habríamos de creer que ahora sí lo harán?

¿Qué opina usted?

 

Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales…