Cabeza de Vaca parece haber perdido la cordura pues no se resigna a que le nieguen una candidatura plurinominal a diputado federal por ser delincuente, prófugo de la justicia y extranjero.

El ex Gobernador emanado del PAN habría sobornado a un juez de distrito para que le restablezca sus derechos políticos, y MORENA anunció que el togado será denunciado ante la fiscalía general de la República, para que sea destituido.

De acuerdo a la versión que rueda en redes sociales, MORENA imputará al juez de distrito los delitos contra la administración de justicia, por cobijar a Cabeza de Vaca y hacerlo aparecer como un ángel de bondad.  

Cabeza de Vaca es prófugo de la justicia por tener en su contra cuando menos dos denuncias penales, federales, y la justicia tamaulipeca lo busca por un quebranto de finanzas estatales del orden de los 500 millones de pesos.

Por esas circunstancias, Francisco es inelegible y sin embargo, consiguió mediante el reparto de sobornos, una candidatura avalada por el INE. MORENA está empecinado en tumbar el registro del ex Gobernador, acudiendo a las instancias judiciales del caso.

Cabeza se ha convertido en la encarnación de la corrupción gubernamental (origen es destino, invocan los que conocen los antecedentes juveniles de este méxico-estadounidense) y cuenta con una pandilla que lo defiende con ardor.

Mediante una lluvia de amparos de la justicia federal promovidos por abogados de alta factura, Francisco recuperó la candidatura que le fue cancelada por sus antecedentes delincuenciales y es inevitable que ocupe un espacio en la siguiente Legislatura federal pues es de representación proporcional, de los llamados también, plurinominales.

El Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador lo ha dicho repetidamente: el poder judicial mexicano está podrido, pues sus integrantes se mueven en función de intereses económicos.

Algunos ministros de la Corte de Justicia han pretendido defenderse, pero cuando les aclaran que los acusan de corruptos, simplemente alzan los hombros y exclaman “Ah si”.

Ayer, el Gobernador Américo Villarreal Anaya fue cuestionado por la prensa sobre la protección federal que le brinda el poder judicial a Cabeza de Vaca.

El mandatario midió con cuidado, como siempre, sus palabras, por eso sorprende gratamente que cuestione la actuación de los representantes federales de la ley.

Dijo textualmente:

“No conozco bien el planteamiento de la justificación del amparo, pero sí deja en mi opinión personal, mucho qué desear las actuaciones a veces de los jueces de distrito”.

Agregó a renglón seguido:

“Creo que habrá que ver las instancias jurídicas que hay en ese sentido y ver los planteamientos de una y otra parte de quienes están en las instancias de Ley y quienes toman esas decisiones”.

¿En qué afecta a los tamaulipecos que Francisco se convierta en diputado federal?, absolutamente en nada, porque como todos los “representantes populares” ni representan a nadie ni se distinguen por ser populares en el sentido positivo.

A riesgo de parecer disco rayado, la columna repite una obviedad: Cabeza está urgido de fuero, protección, inmunidad, intocabilidad, impunidad, manga ancha, patente de corso.

Su hermano Ismael anda en las mismas, con la particularidad de que es Senador de la República y quiere seguir enchufado al presupuesto legislativo. No tienen llenadera.

En tanto que Eugenio Hernández Flores sigue ganando terreno como candidato del partido Verde al Senado de la República, sumando 623 kilómetros de recorrido esta última semana, visitando nuevamente Tampico, Altamira, Ciudad Madero y Victoria.

En la zona sur, Eugenio se reunió con mujeres, empresarios, maestros e integrantes de la sociedad civil, escuchando las necesidades de la región, así como los proyectos elaborados por la iniciativa privada para empujar el desarrollo de la zona conurbana y de Tamaulipas.

Eugenio recorrerá nuevamente los 43 municipios para reiterar el compromiso con la ciudadanía, de ser el mejor Senador de Tamaulipas.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com