Se exige opciones energéticas sostenibles y limpias. México tiene oportunidad de convertirse en potencia en biogás, energético a base de desechos orgánicos, como restos de comida y estiércol dado la abundante combinación de recursos naturales que tiene y al desarrollo de tecnologías renovables, lo que generaría 7 millones de metros cúbicos diarios del combustible.
La Asociación Mexicana de Biomasa y Biogás (AMBB) estima que se podrían producir 5 millones de metros cúbicos de hidrógeno verde diarios y 7 mil Megawatts de capacidad de generación. El biogás es una vía para que en el país se aprovechen 150 millones de toneladas de residuos ganaderos, sólidos urbanos y forestales que se producen cada año y convertirlos en energía que reduce emisiones de CO2 y la pobreza energética. Entre los beneficios destaca que es una fuente de energía renovable y sostenible que contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, debido a que, al utilizar residuos orgánicos como materia prima, se evita su descomposición en vertederos, donde emiten metano a la atmósfera, gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono.
En la transición a energía limpia no competimos. La incertidumbre política, económica y energética de México pararon la innovación e inversión de tecnología para producir combustibles menos contaminantes, dijo Jennifer García, CEO de la empresa de gas Waddi. China, Inglaterra, Portugal, Brasil y EE. UU., producen biogás. El gas LP es opción para Australia, Francia, Holanda, Suecia y España. El país es un candidato ideal para liderar la producción de biogás. Cuenta con vasta extensión de tierras agrícola e industria agroalimentaria, sectores que generan residuo orgánico como materia prima para producir energético. Tiene diversidad de climas y regiones, lo que permite producir una variedad de cultivos y productos agrícolas que se traduce en residuos orgánicos para producir biogás.
A pesar del potencial del biogás la empresa mexicana prefiere invertir en países donde hay apoyos para quienes adoptan combustibles verdes. Ejemplo es la empresa Sistema.bio, que inauguró la mayor planta de fabricación de biodigestores del mundo en la India que beneficiará 600 mil agricultores y capturará un millón de toneladas de CO2 al año. “Si bien tenemos plantas en México, mudamos nuestra inversión a India por ser un mercado que crece a ritmo acelerado, además que la aceptación del biogás es elevada, comentó Almendra Ortiz Tirado, directora para América Latina de Sistema.bio.
En el caso de México, el mayor éxito que han tenido los biodigestores es en granjas pecuarias, en el sector de la agricultura, productores de leche y con pequeños productores del campo, ya que no sólo no existen subsidios ni incentivos fiscales, sino que además son las empresas las que ofrecen financiamiento a este segmento.