Las platicas preliminares sobre la evaluación y renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el que participan Canadá, Estados Unidos y México iniciaron formalmente este miércoles en Canadá. Se confirmó la participación de los tamaulipecos Homero García de la Llata en calidad de secretario de la Confederación Na cional Ganadera, así como Julio Gutiérrez Chapa presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas.

Mientras que en esta entidad el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha solicitado en privado y públicamente un asiento en las negociación del Tratado comercial de los dos países, para fijar una posición como entidad fronteriza, ya que esta en entidad se ha convertido en una zona de amortiguamiento por el flujo de migrantes deportados.

Pero además hay otros temas relevantes es los que es menester que los gobernadores fronterizos mexicanos participen activa y puntualmente. Sobre todo el gobernador tamaulipeco que tiene propuestas interesantes, para este nuevo capítulo del tratado comercial de América del Norte.

Asimismo el gobernador García Cabeza de Vaca presentó acompañado de Héctor Escobar secretario de educación y Julio Pimienta Prieto subsecretario de educación y cerebro de la educación, el modelo educativo, capitulo Tamaulipas, que es una adaptación del modelo nacional del gobierno en “agonía” del presidente Enrique Peña Nieto. No asistió Aurelio Nuño al relevante acontecimiento. Pues los gobernadores anteriores ni los secretarios de educación presentaron los modelos educativos anteriores que se aplicaron en Tamaulipas. Sería acaso por qué se aplicaron a medias?

De entrada hay que decir que todos los modelos educativos son buenos, en cuanto a la bondad del ente. Y que el modelo presentado por el gobernador Francisco Javier es importante por los siguientes motivos.

Primero porque, lejos de ser un modelo temerario, tiene como marco de referencia la problemática que los tamaulipecos enfrentan desde hace casi doce años. En el campo y las ciudades. La inseguridad y sus derivados que han perturbado la paz y la armonía de los pueblos y ciudades de la entidad, es la esencia de ese marco referencial.

Segundo, asimismo el capítulo Tamaulipas, es la aplicación de los contenidos del modelo que plantea el gobierno federal para las entidades de la república. Que con la magia del modelo constructivista proyecta los contenidos para alcanzar los resultados de ese modelo.

Tercero, también contiene la desaparición de algunas asignaturas y la reducción de otras, así como la afirmación de las curriculas como las matematicas, español y ciencias naturales, las denominadas ciencias exactas. Las materias tecnológicas desaparecerán, como lo escribimos en su momento. Que es grave para un país y un estado, donde un índice relevante de la población joven carece de las posibilidades de cursar una carrera profesional.

Cuarto, he ahí uno de los retos del nuevo modelo educativo, que no es incluyente y sí parece ser determinista, porque de entrada margina a la clase social más urgida de recursos y de posibilidades.

Quinto, como señale al principio, todos los modelos educativos son buenos en cuanto a la bondad del ente. Pero una de las carencias del sistema educativo radica precisamente, en que el recurso humano carece de la capacitación necesaria y suficiente, para dar cumplimiento a este modelo.

Cuyo punto de referencia es el constructivismo, en el que los docentes presentan los elementos, reactivos y contenidos y los alumnos construyen, adaptan y proyectan la metahistoria de una educación aterrizada a la problemática socio, política, económica, y cultural.

Lo anterior es apenas un esbozo de un proyecto educativo, capitulo Tamaulipas, que ésta por aplicarse y del que hay mucho por ver, analizar y discutir. Necesario una nueva entrega.

Porque un modelo de esta naturaleza requiere un sindicato activo, no compuesto de grillas ni pasiones, sino de docentes capacitados. Resultado de savia joven que renueve las estructuras de un dinosaurio que se resiste a actualizarse, que prefiere mantenerse anticuado para no comprometerse.