Ahora sí ya estamos de regreso a este espacio de opinión después de un largo periodo vacacional que fue necesario para recargar pilas; esperemos que estos últimos días del año hayan servido para la reflexión y la convivencia familiar y que los propósitos que se haya planteado puedan concretarse para su bien.

El 2018 es un año anhelado por muchos, principalmente por aquellos que buscan elevar sus niveles de riqueza y popularidad entre la gente de a pie, nos referimos a esos aspirantes a uno de los cientos de puestos de elección popular que se estarán ofertando a mediados de año y que abarcan desde la Presidencia de la República, pasando por las representaciones federales en el Congreso de la Unión hasta llegar a las alcaldías. Recordemos que por primera vez en la historia del Estado la figura de la reelección se implementará, lo que hará este ejercicio democrático por demás interesante.

Pero más interesante aún resulta la situación por la que atraviesa el Instituto Electoral de Tamaulipas, arbitro de la contienda, que se ha quedado sin titular justo en medio de uno de los procesos electorales más complicados de la historia.

El cuento parece chiste, aunque es predecible si tomamos en cuenta que hay un nuevo poder en el Gobierno y tiene que acomodar bien sus piezas para arrancar el año electoral, lo mismo sucedió en el TRIELTAM con la Salida de Marcia Garza Robles de la Presidencia y la llegada de René Osiris en medio de la toma de decisiones importantes como recursos de impugnación.

Actualmente hay una Presidenta Estatal lo que nos parece fabuloso pues nunca una mujer, en este caso Tania Gisela Contreras, había tomado las riendas de tan importante Instituto, lástima que solo sea de manera interina. Ojalá recapaciten los de allá arriba y entiendan que las mujeres somo igual de capaces que los caballeros que siempre han arrebatado los puestos importantes.

A propósito de temas electorales, este fin de semana vence el plazo para que los partidos políticos en la entidad validen las coaliciones que sus filiales a nivel nacional han concretado con otros partidos, caso específico los azules del PAN, amarillos del PRD y naranjas del Movimiento Ciudadano que aún no definen sí aquí en Tamaulipas también pueden ponerse de acuerdo.

Por lo pronto a nivel nacional es el joven Ricardo Anaya quien peleará contra José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador la Presidencia de la República. Sus oponentes internos, por más aferrados que andaban, se han bajado de la contienda para dejarle el paso libre, aunque a cambio de uno que otro favorcito, pues en la política nada es de gratis.

El más claro ejemplo lo personifica Rafael Moreno Valle, ex gobernador del Estado de Puebla, quien, al menos en Tamaulipas, tuvo las puertas abiertas de par en par para moverse a su antojo antes de la toma de decisiones. Ahora que vio que no había más opción que hacerse un lado, decidió declinar a cambio de la candidatura de su señora esposa, Erika Alonso, quien estratégicamente se ha separado ya del puesto de Secretaria General del PAN en Puebla para buscar la gubernatura del Estado. ¡Que coincidencias!

Situaciones similares podrían observarse en el plano local conforme avanzan los tiempos, por lo pronto hay que observar de cerca lo que ocurra esta semana previo a la posible aprobación o no del Frente Ciudadano, mismo que podría fracasar en su edición estatal tal como ocurrió en entidades como Nuevo León y Sonora, pues “a ojo de buen cubero” , no llegarán a ningún acuerdo.

Que Dios lo bendiga, gracias.

 

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