Nuevamente las diferencias entre el gobierno de la República y de Tamaulipas vuelven a surgir en declaraciones en torno al caso de los 22 migrantes “desaparecidos” en San Fernando cuando viajaban en carretera a la altura de San Fernando en el mismo tramo en donde años antes, más de 70 migrantes fueron masacrados por presuntos delincuentes en su paso por Tamaulipas.
El fin de semana, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas volvió a revivir el tema al asegurar que tenían indicios del paradero de los migrantes, descartando que hayan tenido la misma suerte que los del 2010. Dio a conocer que el operativo conjunto que iniciaron fuerzas de seguridad estatal y federal permitió ubicar a los delincuentes que operan en la zona y aunque no dio más detalles de su paradero reforzó la hipótesis de la Presidencia de la República en el sentido de que más que secuestrados los migrantes acordaron ser bajados en la zona para ser cruzados por delincuentes a los Estados Unidos a cambio de dinero.
En Tamaulipas, la homóloga de Encinas, subsecretaria de Gobierno, Gloria Garza Jiménez, descartó de plano tener algún avance en la investigación con el argumento de que el caso fue atraído por la Fiscalía General del República lo que denota una ligera señal de ignorancia o cerrazón pues es del dominio público que la Federación negó atraer la investigación y que es el Estado quien investiga su desaparición, versión que fue confirmada por la propia titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Mientras son peras o son manzanas, la carretera en ese peligroso tramo precisamente fue reforzado por elementos de seguridad para resguardar a los viajantes que conducían con destino a Reynosa durante el fin de semana largo; testigos advierten de convoys de la Policía Estatal que recorrieron el tramo del Puente Anzaldúas hasta la antigua garita aduanera lo que tranquilizó a los automovilistas. Ojalá y no sea sólo en días de asueto o vacaciones.
Otro tema que ha generado polémica y desencuentros entre el partido en el poder y su mandamás, que no tiene pelos en la lengua, y los partidos de oposición es el de la revocación de mandato aprobado en San Lázaro que a decir de los detractores de AMLO es una medida disfrazada para lograr su permanencia en el poder después de concluido el sexenio por el que fue electo.
Los primeros tamaulipecos en alzar la voz fueron los representantes de Tamaulipas en San Lázaro, del PRI en la Cámara de Diputados, Mariana Rodríguez y en el Senado, Ismael Cabeza de Vaca. La diputada federal lamentó que varios de sus compañeros priistas hayan sido seducidos por MORENA y votaron a favor, mientras que el panista, hermano del gobernador asegura junto a su bancada que la propuesta no pasará en la Cámara Alta.
La percepción es que al incluir la palabra “permanencia” en la redacción al artículo 83 de la Constitución que habla de la decisión del pueblo de revocar un mandato se abre la posibilidad de que en un futuro López Obrador aproveche su popularidad para cuestionar al pueblo antes de concluir su mandato, su deseo de que permanezca en el poder lo que a todas luces sería un riesgo para México, no así la posibilidad de anular una jefatura si es que el gobernante no está haciendo bien su trabajo, cómo lo que pretenden hacer aquí en Victoria con el alcalde Xicoténcatl González Uresti.
Por cierto, ya venció el plazo para que el Congreso del Estado emita una respuesta al activista social que presentó las mil firmas ciudadanas exigiendo su salida, habrá que ver cuál es la decisión de la bancada del PAN que toma las decisiones en el Poder Legislativo Local.
Volviendo al tema del Presidente, éste mismo durante su conferencia de prensa matutina se comprometió ante el Pueblo Mexicano a través de la firma de un documento a no buscar la reelección al concluir su sexenio.
Ni hablar, sigue el enamoramiento y aquí en Tamaulipas ni lo aprovechan
Que Dios lo bendiga, gracias

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