No sé a cuál santo o a cuáles de ellos le está rezando el PRI de Tamaulipas, pero al que le toca hacerle favores para apuntalar su relación con la nomenclatura asentada en la Ciudad de México, no quiere a este partido en nuestro Estado o por lo menos parece haberse ido de vacaciones.

La relación de candidatos a posiciones plurinominales en el Senado y en diputaciones federales, confirma esa percepción y en atención a ella, me atrevo a formular una pregunta, ante la duda razonable de que triunfen en las urnas los aspirantes priístas a esas responsabilidades:

¿Quiénes serán los pastores del tricolor tamaulipeco con capacidad de negociación, con los contactos necesarios para gestionar y con la aureola de respeto que debe necesariamente poseer un legislador en las ligas mayores de la política mexicana?

No pretendo parodiar a Carlos Salinas de Gortari, pero no los veo. Mucho menos los oigo.

¿Paloma en la suplencia de Claudia Ruiz Massieu?

Vamos, su única posibilidad de ocupar ese escaño se daría si la ex canciller se fuera a un puesto público y lo que menos se avizora en ese horizonte es que gane José Antonio Meade, como para aspirar a un espacio así.

Mariana Rodríguez Mier y Terán es la única con posibilidades reales de llegar a la Cámara Baja gracias a su ubicación en el cuarto escalón, ¿pero Ramiro Ramos en la posición 17 o Humberto Valdez en la 27 para ocupar una curul?

Ni en sueños los dos últimos.

Debería esto, quitarle el sueño a lo que queda del PRI en Tamaulipas. No sólo porque no le funcionaron los rezos mencionados, si los hubo, sino por lo que revela esa ausencia de tamaulipecos en el ranking especial de los plurinominales. Le diré el porqué de esta apreciación.

Se supone, por lo menos esa es la justificación, que los legisladores de ese tipo se eligen dentro de los partidos para garantizar que a falta de cerebro en muchos candidatos por el voto directo –si son electos– operen los “pluris”, definidos precisamente por su liderazgo, experiencia, conocimientos y su habilidad política y discursiva. Son en el papel, la crema de los diputados y senadores de cada organismo.

Y los priístas tamaulipecos, ya se ve, no llegan ni a yogurt.

Pobre PRI de Tamaulipas, perdido en una dimensión desconocida: No lo quieren ni los santos, ni los diablos…

 

¿QUIÉN ES?

La incógnita para muchos, es quién es Mariana Rodríguez Mier y Terán y por qué apareció en un sitio de honor en el listado priísta.

No conozco sus méritos políticos y lo más probable es que no sea extensa su trayectoria en ese terreno, pero lejos de ser eso una desventaja parece un punto a su favor, dada la pésima imagen que se tiene de los políticos.

En cambio, su capacidad académica y en la función pública no es para desdeñarse ni mucho menos.

Su paso por las aulas incluye universidades como Harvard en Estados Unidos, Cambridge en Inglaterra y la Iberoamericana en México. Ha sido magistrada en el Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas, Subsecretaria de Derechos Humanos, Directora Jurídica en el DIF de Nuevo León y domina los idiomas inglés y francés.

Es un perfil inusual en el terreno legislativo, pero necesario ante la pobreza intelectual de muchos de quienes llegan allí. La duda es si se pondrá en juego ese paquete de habilidades o sólo servirán de adorno en la Cámara. Depende de ella y de quienes la llevarán allí…

 

LA FRASE DEL DÍA

“El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”…

Winston Churchill

 

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