El proyecto del aeropuerto de la Ciudad de México muestra retrasos. El tren de carga para acarreo de material hacia y desde el proyecto debió entregarse hace un año. La demora obliga a transportar insumos con camiones que afecta la pobre infraestructura de poblaciones aledañas. La pista tres presenta retraso respecto a la dos, aunque los contratos se dieron al mismo tiempo. Peña Nieto apostó a que los retos geológicos se sortearían con una inversión de 186 mil millones de pesos y 160 mil personas trabajando como orquesta sinfónica.

El aeropuerto tiene un calendario ambicioso. Pretende mostrarse para la elección presidencial de 2018 y concluir en 2020. Parsons, principal consultor, presentó demanda de amparo en enero reclamando revisión de su contrato después de que el desplome de 36% que sufrió el peso desde octubre de 2014, redujo su valor en 60 millones de dólares. El juez permitió que la negociación procediera. Los equipos están comprometidos para el éxito bajo proceso de conciliación.

La construcción se ubica en terreno complicado, el ex lago de Texcoco, que exige gran trabajo de ingeniería. Antes iniciar la obra, 5 mil hectáreas se recubrieron de tezontle (piedra volcánica) Las pistas requieren tres capas más de tezontle y dos de basalto, así serán fuertes para absorber el impacto de los aterrizajes.

Bijan Vasigh, experto en aeronáutica, profesor de Economía y Finanzas de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Florida dice, cuando tienes un lago, un río, construir encima es muy difícil. Héctor Ovalle, director de Grupo Coconal, que construye una de las pistas del proyecto, asegura que México enfrenta este tipo de retos. La ciudad entera está construida sobre un lago.

La terminal está diseñada para recibir 68 millones de pasajeros en 2020. Será una estructura en forma de X, de cristal y acero, que recolectará y reciclará agua pluvial y aprovechará la luz natural para su sustentabilidad. En su primera etapa, el aeropuerto tendrá dos pistas, una tercera diseñada para uso militar. La segunda etapa incluye otra terminal de pasajeros y tres pistas adicionales, se espera se concluya en 2062.

Sin embargo el proyecto no cristalizará si López Obrador es presidente del país pues lo señala caro y sin transparencia. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dice que cancelar el proyecto afectará las finanzas pues hay líneas de crédito contratadas que deben ser liquidadas. López Obrador sugiere construir dos nuevas pistas en la base militar de Santa Lucía, a 48 kilómetros del aeropuerto actual.

La construcción de la pista 3 hasta julio 31 había avanzado 20.5%, por el grupo Carso, de Slim, mientras que la pista 2, a cargo de Coconal, lleva avance de 32%, ambas se asignaron al mismo tiempo. Carso inició tres meses después por temas contractuales. El grupo aeroportuario asegura que la construcción se desarrolla según lo planeado y los contratistas toman medidas cuando registran una demora con relación al calendario establecido.

Hace una década que el aeropuerto actual de la Ciudad de México mostró que no podía con el crecimiento de los pasajeros y se construyó una segunda terminal. Las instalaciones de ese proyecto se han hundido 30 centímetros al año en varias partes, dice Aeropuertos y Servicios Auxiliares. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes instaló rampas y plataformas para compensar las diferencias.

El financiamiento es una mezcla de fondos públicos y privados; créditos bancarios y colocación de bonos. Se colocó 2 mil millones de dólares y 3 mil millones en una línea de crédito revolvente que reemplazará por bonos de largo plazo. Para los inversionistas el proyecto es rentable. Los bonos en dólares con vencimiento en 2046, han ganado más de 18% desde diciembre. Los intereses se pagan con una cuota que recae en los pasajeros que usan el aeropuerto de la Ciudad de México, llamada TUA.

El grupo aeroportuario planea emitir 4 mil millones de dólares si las condiciones del mercado son adecuadas. La venta es parte del plan para ofrecer hasta 6 mil millones de dólares en bonos, con el resto del financiamiento proveniente del presupuesto federal.