La fiebre de MORENA alcanzó a los priistas tamaulipecos que están cada vez más identificados con el color guinda que con el tricolor que simboliza a su partido, o para ser más claros, con el poder que éste representa desde el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
Filas de varias cuadras de aspirantes a una diputación local sorprendieron a los observadores el lunes que venció el plazo para hacer el registro correspondiente en Ciudad Victoria. Nunca antes en la historia de MORENA en Tamaulipas había habido tanto “genuino” interés de formar parte de sus fuerzas; pero lo que sorprende no es eso, sino que a pesar del deseo de poder que puede observarse en los ex militantes de otros institutos políticos el partido guinda lo permita.
Solo por mencionar un ejemplo está el caso de Javier Villarreal quien aspira a obtener la representación por el distrito de El Mante cobijado en MORENA, o el ex delegado priista Efraín de León de Valle Hermoso quien también estaba en la fila. El primo de los priistas, Oscar Torre Gómez identificado con el Partido Acción Nacional también andaba por ahí impulsando la candidatura de una jovencita por MORENA, entre otros que poco a poco llegaron en busca de una oportunidad.
Días antes el tema ya estaba en boca de todos, tras la reunión estatal que sostuvo, también en esta capital, el partido MORENA bajo la dirección del coordinador de asesores en el Senado, Alejandro Rojas en donde sorprendió la presencia de distinguidos priistas. Cabe destacar que Rojas Durán repitió el discurso contra el gobierno del estado tal como lo hizo hace unos días vía redes sociales a través de un video.
En la silla de admiradores de MORENA se encontraba Oscar Luebbert de Reynosa; el ex Porcurador de Justicia en los tiempos de Geño, Jaime Rodriguez Inurrigarro y su hijo, además de Felipe Garza Narváez quien ya había manifestado su intención de brincar a las filas del movimiento de AMLO. Además del ex delegado de la SEGOB en Tamaulipas, el priista Eliseo Castillo, quien por cierto pasó desapercibido durante su gestión; Ambrosio Ramírez Picasso, ex dirigente del PRI en Victoria, entre otros.
Ante esto suena cada vez más fuerte el run run de la manifestación que genuinos morenistas pretenden hacer en los próximos días en contra del chapulineo, una especia de movilización en contra de los dirigentes locales quienes son los que están permitiendo que cuadros del tricolor manchen el real movimiento que ellos han venido impulsando desde que Andrés Manuel López Obrador se aventó por primera vez a la Presidencia de la República.
El tema aquí es el siguiente, si los representantes de AMLO permiten la incursión de cuadros priistas durante el proceso electoral en puerta la real militancia podría reventar lo que algún día construyeron; por otro lado, de respetar los derechos de los militantes, el partido de Regeneración Nacional se quedaría sin candidatos para competir.
He ahí el dilema.
Por el lado del PAN este fin de semana los funcionarios del actual gobierno que siempre han tenido una aspiración política concretaron sus intenciones de participar por una diputación local al acudir a la sede del partido para entregar su registro.
No compitieron entre sí pero parecía guerra de poder entre unos y otros, pues tanto el todavía Secretario de Bienestar Social como el sub secretario de Finanzas, Gerardo Peña y Arturo Soto llegaron acompañados de un puño de seguidores. Midiendo sus fuerzas entre los panistas.
¿Y los priistas?… Es lo que yo me pregunto.
Que Dios lo bendiga, gracias

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