El fenómeno migratorio de Centroamérica a Estados Unidos es alarmante. Un flujo que en 1970 y 1980 lo impulsó la inestabilidad política y conflicto armado; hoy es por falta de oportunidad económica y alto grado de violencia. Datos del Inter-American Dialogue indican que más de 100 mil centroamericanos ingresan al año a Estados Unidos, muchos de forma irregular. Las causas son la demanda estacionaria de mano de obra no calificada, reunificación familiar, protección ante el crimen organizado y altas tasas de homicidio en los países de origen
En El Salvador en 2009, por la crisis mundial, su economía se desacelera, no se recupera; aumentan crimen y violencia que golpean la calidad de vida y acotan el desarrollo socio-económico. La mitad del pueblo conoce a alguien que migró sin documentación migratoria. Uno de cada 4 migra por violencia e inseguridad. Perciben la falta de oportunidad económica como impulsor (47%), homicidio intencional (28%), oportunidad de trabajo en Estados Unidos, reunificación familiar y otras (25) El modelo económico hizo al país vulnerable y/o excluyente para sus ciudadanos. 40% de la población vive bajo la línea de pobreza. La violencia es muy alta por el crimen organizado. Naciones Unidas (Lucha contra el Crimen y las Droga): En 2012-13, El Salvador alcanzó 40 homicidios por 100 mil habitantes, tercer lugar centroamericano después de Honduras y Belice.
La migración de Centroamérica a Estados Unidos, es más evidente para adultos y menores de edad no acompañados, con implicación humanitaria, legal y política para gobiernos y organizaciones civiles que defienden los derechos humanos. Este año, la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos reporta la custodia de 67 mil menores de 18 años viajando sin padres y/o guardianes. Aunque México es la principal fuente de indocumentado a Estados Unidos, este patrón no se cumple en menores de edad. Se ha visto un aumento significativo de menores hondureños, guatemaltecos y salvadoreños no acompañados. 3 de cada 4 menores detenidos en la frontera de Estados Unidos son de Centroamérica. Destacan menores hondureños deportados, más de 18 mil respecto de menos de mil hace 5 años.
Los argumentos evidencian que el fenómeno de esta migración se intensifica por factores económicos, sociales y ambientales. Este flujo, sin protección estatal y presencia de crimen organizado que le acecha deja en riesgo la vida del migrante y destruye su núcleo familiar. Su atención es holística; la promoción al derecho humano a desplazarse con libertad y seguridad, y el desarrollo de política pública que fortalezca institucionalidad y economía regional, garantizan condición mínima para que migrantes y su familia puedan trabajar y desarrollarse; transformando a la migración de mecanismo de supervivencia a opción de vida digna. Es el reto.
Al respecto, la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe se reunió con embajadores de 16 países de la región para tratar esta crisis. Vanessa Rubio Márquez, presidente de la Comisión, señaló el compromiso del Senado para tratar este fenómeno priorizando el respeto a los derechos humanos. Subrayó que es fenómeno histórico, sorpresivo, de aristas nuevas, multidimensional, complejo, de atención inmediata en alojamiento, tránsito, identificaciones, causas de origen, que exige despliegue de México con países del Triángulo Norte, Centroamérica y el Caribe.
El embajador de El Salvador en México, Carlos Cáceres Chávez, pide solución. Ignora qué pasará cuando la caravana llegue a la frontera de Estados Unidos, pues no podrá pasar al norte y no quiere retornar a sus países de origen.
México ofrece reinserción laboral temporal al migrante. Estados Unidos cierra su frontera sur. El migrante no retornará a pobreza y violencia. Somos la solución.
Migrantes, asunto resuelto
El fenómeno migratorio de Centroamérica a Estados Unidos es alarmante. Un flujo que en 1970 y 1980 lo impulsó la…