Implantar el respeto de los derechos humanos de las víctimas es la estrategia para combatir la trata, centrado en castigo al explotador y en rehabilitar al niño. La Ley de Protección de Víctimas de Trata, señala que la víctima de formas de tráfico no debe ser encarcelada, multada, o penalizada por actos ilegales cometidos como resultado directo de ser víctima del tráfico. “Las P”: Protección, aplicar medidas estrictas de combate al tráfico y mendicidad (penalizar la mendicidad y la trata) Persecución, debe tener consecuencias legales serias para los traficantes, con castigo en el explotador y no en el explotado. Prevención, desalentar las limosnas y mejorar los servicios para que los niños y las familias desarrollen capacidades para superar su situación. La donación a los niños mendigos hace la mendicidad más lucrativa, y el dinero queda en manos del explotador del niño.
La mendicidad forzada es una práctica lucrativa. La estructura empresarial de las redes involucradas se compara a una empresa mediana. Las redes de niños obligados a mendigar generan US$ 30.000-40.000 para el explotador. En Albania, una familia con varios niños mendigando gana 15 euros al día, más que el salario de los maestros. Anti-Slavery International (ONG) dice que muchas familias creen que la mendicidad es la opción por los ingresos altos y la falta de capacidades.
La privación de capacidades o ausencia de recurso adecuado que facilite acceso a oportunidad económica, da lugar a práctica de mendicidad por generaciones en las familias. La mendicidad forzada se da en países donde la ley que la prohíbe es escasa y sin regulación para combatir el tráfico. Indonesia y otros países cuentan con ley contra la mendicidad, pero la sanción es detención temporal y la libertad es inmediata. La mendicidad existe en culturas minoritarias. En Turquía la red familiar de mendigar es generacional; arraigada a su esquema de supervivencia. Otra práctica es pagar deudas familiares con secuestro y explotación de uno de los hijos de la familia.
UNICEF encontró que los niños que se ven obligados a mendigar son extraídos de su familia, enfrentan condiciones de trabajo y de vida inseguras, y son mutilados para aumentar la ganancia. La mutilación, expuesta por la película Slumdog Millionaire, es práctica lucrativa pues los niños con discapacidad aparente generan más de tres veces el ingreso de otros niños. Aflicciones como ceguera, la pérdida de miembros, verter pimienta de chile en la lengua para estimular la producción de saliva y aparentar la expresión de persona impedida, el uso de opio para provocar gritos, y administrar de drogas que aumentan el estado de alerta son cotidianas.
La mendicidad se realiza en condiciones que expone a los niños a abuso físico y verbal; a victimización sexual y brutalidad policial. Después de horas en la calle, no tienen acceso a un refugio y alimentación adecuado, o asistencia médica. Las pandillas que manejan redes de mendicidad están en el tráfico de drogas; a los niños bajo su control los vuelven adictos para hacerlos dependientes. No reciben educación y suelen dedicar más de 16 horas al día en la calle. Tomando en cuenta que la educación es uno de los principales métodos para escapar a la pobreza, los niños mendigos están en un proceso cíclico práctica a lo largo de generaciones.
Hay mendicidad forzada al amparo oficial y “del qué dirán”. El redondeo en centros comerciales es expresión fiel, al igual que utilizar a personas de la tercera edad y a menores de edad, para embolsar productos en centros comerciales al amparo del apoyo al Adulto Mayor y del Menor. Una cajera está de pie su jornada laboral con la responsabilidad inherente; quien embolsa productos se lleva más dinero, sin responsabilidad, sin pago a SAT, y la empresa contrata menos personal.
El regidor Miguel Agustín Rodríguez Bueno presentó una propuesta con el fin de castigar la promoción de la mendicidad infantil y la explotación que surge de ella. Establece que existen hechos denunciados por la Procuraduría Municipal de Protección a los Niños y adolescentes del DIF. Don Agustín responde al saber de actos ilegales con un simple documento. ¿Se les llama “Rugidores”, por qué sólo hablan sin actuar?