La difícil situación que vive el mundo en cuanto a recesión y crisis hace eco en todos los sectores, pero en algunos se siente mucho más fuerte, por las características de sus participantes. En el caso del empleo, actividad fundamental para subsistir, tener educación, salud y todos los beneficios que el ser humano puede aspirar a tener, resulta importantísimo saber que todos tenemos acceso a éste, sin limitante alguna más que las aptitudes mostradas para ocupar tal o cual puesto o cargo.

Dos grupos son marginados en forma continua en el mundo: las personas con cualquier tipo de discapacidad y lo adultos mayores; es frustrante ver en los diarios y sitios donde se solicitan empleados de todo tipo que la edad límite ronda los 40 años de edad: pareciera que los que pasamos de cuatro décadas de existencia no tenemos derecho a trabajar, subsistir o mantener a los nuestros.

No todos nos casamos jovencitos y trabajamos para dar todo a nuestros hijos y que ellos hagan lo mismo: algunos entramos en la construcción de una familia más tarde, y necesitamos aún tener motivos y recursos para que nuestros hijos puedan seguir avante.

También, quienes tenemos alguna discapacidad, de nacimiento o adquirida por accidentes o alguna otra razón también tenemos derecho a vivir, a comer e inclusive, a divertirnos y soñar con viajar. Nadie puede estar ajeno a ello.

Es por eso que aplaudimos el hecho de que se haya llevado en Nuevo Laredo la feria del empleo para personas con discapacidad y adultos mayores que, esperamos, se multipliquen en toda la entidad y se hagan al menos dos veces por año, para que estos grupos tengan la opción que empresarios han arrebatado, como si ellos no se fueran a hacer viejos o padezcan alguna discapacidad.

Es importante señalar que se han llevado a cabo ferias de empleo en los municipios de Victoria, la zona conurbada Tampico-Madero-Altamira, y la presente en Nuevo Laredo.

Ahí han participado más de 138 empresas, ofertando alrededor de 1,100 oportunidades de trabajo para estos grupos llamados “vulnerables”. Aquí en Tamaulipas se conjugan acciones del Servicio Nacional del Empleo y el programa Abriendo Espacios, que promueve el DIF estatal.

La parte oficial del evento está a cargo de la titular del Servicio Estatal del Empleo, quien reitera el interés del gobierno de Tamaulipas porque en los hogares se pueda generar paz, armonía, y estabilidad laboral, porque ésta lleva a muchos, pero muchos beneficios alternos.

Siempre es importante agradecer a las empresas su participación, aunque son las que realmente ganan porque tienen gente que realmente quiere su empleo, lo trata de conservar por todos los medios y genera utilidades: ambos grupos marginados son muy responsables, y la experiencia en otros estados donde hay empresas que contratar adultos mayores ha sido altamente positiva, y si no, cheque usted en Aguascalientes, donde grandes armadoras de automóviles han participado con magníficos resultados.

Dicho sea coloquialmente: los viejitos somos buenos para trabajar, porque aunque somos un poco más lentos, lo hacemos con experiencia y mucha responsabilidad, a sabiendas de que puede ser nuestra última oportunidad y la cuidamos como si fuera lo único en el mundo, generando productividad elevada y muchas otras ventajas.

Cierto, hay empleos para los jóvenes y no por ser marginales, sino porque requieren mayor fuerza física y la habilidad propia de la juventud, pero muchos otros existen donde quienes pasamos de 40 podemos ser una positiva y agradable diferencia.

Bien, muy bien por el gobierno de Tamaulipas, porque con estas cosas que vemos y surgen se reitera el interés por llevar una justicia social equilibrada a todos los sectores. Enhorabuena.

Comentarios: columna.entre.nos@gmail.com