¿Cuántas hojas vas pisando a cada paso, en cada otoño? ¿Cuántos otoños de tu vida vas dejando a cada paso? Y al sentir bajo tus pies el leve crujido de las hojas secas, desvalidas, piensa en ellas cunado alegres saludaban al paseante presumiendo su vigor, nutridas por la sabia y el verdor que le imprime la indispensable clorofila.

Mi ser percibe a cada paso la llegada del invierno, cuando siente lo que siente el árbol, cuando lo más hermoso de su vida va siendo despojada de su aparente todo, al perder su vistosa vestimenta.

Y el suave viento del norte con su murmullo discordante, me va diciendo al oído lo que verdaderamente ocurre a cada instante: ¿Acaso la tierra no necesita quién la cubra cuando tiene frío? El otoño no es un tiempo que distinga la caída, es, más bien, una forma natural de proteger, de manera muy discreta, a nuestro hermoso planeta.

Anda caminante, sigue dando tus firmes pasos, y no detengas tu camino por tener miedo de pisar las hojas, seguro que con cada uno de ellos, las irás contando, como cuentas los días que van cayendo de tu amada vida.

Entonces, con toda aquella información desconocida, me doy cuenta, que la existencia de un poeta, no es la de un ser humano cualquiera, es extraordinariamente sensible y harto estimulante, ¡incomprendida, claro! y sometida continuamente a los juicios indebidos, que buscan afanosamente poner en entredicho la cordura.

Si digo amor, no me refiero a una sola persona, si digo te quiero no significa posesión, si hablo de la felicidad, no me refiero a la mía, si la palabra que uso es el dolor, entonces… créeme que sí me duele y que igual, hago mío lo que a ti también te causa dolor.

No te pido que me creas, no te pido que me escuches, ni que te des un tiempo para que me leas, seguro habrá cosas más importantes en lo que concibes como tu vida, sólo te pido que creas en ti, porque eso te hará libre y ahuyentará el miedo a ser feliz.

¿Cuántas hojas habremos pisado con nuestro paso por los otoños que son tuyos, que son míos, que son nuestros? Muchas, sin duda, pero ninguna ha sido la misma hoja, porque el viento suave del invierno que se aproxima, se va llevando las hojas muertas que pertenecen al pasado.

Correo electrónico: enfoque_sbc@hotmail.com