Un buen día, caminaba por los pasillos de una institución a la que asistí a una interesante conferencia sobre emprendedores, cuando escuché que alguien me llamaba, detuve mi marcha y volteé a ver de quién se trataba, era un ex compañero de la escuela preparatoria a quien no veía desde hacía algunos años; nos saludarnos con agrado, me dijo que si podía acompañarme y acepté, después de hablar sobre nuestra trayectoria personal y profesional, me comentó que había estado en una capacitación semejante, pero que no le había agradado porque el ponente había mencionado el término de perdedores para referirse a aquellos que no han logrado sobresalir empresarialmente, y entonces le pregunté: Y ¿por qué te molestó ese concepto? Me contestó, que si bien, muchos de los que asistían al curso no eran precisamente unos triunfadores, si tenían interés genuino en progresar profesional y económicamente, pero cuando mencionaron el término de perdedores muchos se sintieron incómodos. Entonces me preguntó: ¿Y tú qué esperas de este curso? La verdad aprender algo nuevo de las personas que han tenido la oportunidad de encontrar el camino del éxito, después de haber fallado muchas veces, y que tal vez en algún momento se su trayectoria empresarial se sintieron igualmente perdedores, pero no dejaron de buscar las estrategias para lograrlo. Entonces me hizo otra pregunta: ¿Tú te has sentido perdedor? Yo pienso que todos somos ganadores y lo seguiremos siendo, mientras tengamos claro lo que deseamos obtener en la vida. Siento que cuando alguien se atreve a decirte perdedor, es porque en verdad está envidiando mucho de lo que has logrado. Creo que el mayor triunfo que puede alcanzar el hombre, es el sentirse bien consigo mismo, y al verse bendecido con esa fortuna, mayor será su victoria si logra compartir con los demás la felicidad de sentirse satisfecho con sus logros.
“Así que, buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo las demás cosas se os darán por añadidura. No andéis, pues, acongojados por el día de mañana harto cuidado traerá por sí; bástele ya a cada día su propio afán o tarea.” (Mt 6:33-34)
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com