Quiero ser un hombre nuevo, para ello he de reconocer primeo mis errores, desnudar mi alma ante los que me aman, los que me conocen y ante todos aquellos que podré encontrar en el camino; quiero llenar mi vida de humildad, y reconozco, que todo lo que soy se lo debo a Jesucristo, y que encuentro en sus enseñanzas el mejor camino para servir a mi prójimo; reconozco por ello, que el amor es la mejor herramienta con que cuenta mi espíritu para cumplir con los propósitos de bienaventuranza.
Seguro estoy, que muchas personas desean renovar su vida, empezar de nuevo y tomar el camino correcto para poner a salvo su alma, para sanar sus heridas y para contribuir a sanar las heridas de aquellos a los que hemos ofendido; estamos en un momento preciso para tomar una buena decisión, un momento, en el que las apariencias desfavorables del entorno, parecieran estarnos reclamando la generación de tanta negatividad, de tanta violencia, de tantas injusticias.
Es el momento de no dejarnos abatir por tantas malas noticias, de dejar de sentirnos intimidados por los pregoneros de las fatalidades y las desgracias; es el momento de cerrarle las puertas a los que quieren promover la discapacidad colectiva a cambio de renunciar a nuestro potencial para valernos por nosotros mismos y solucionar nuestro problemas más apremiantes; es el momento de recuperar nuestra voluntad para salir victoriosos de las situaciones que requieren de reconocer que hemos formado parte de aquello que ha vulnerado nuestra dignidad y nuestra conciencia crítica.
Quiero ser un hombre nuevo, formar parte de una comunidad que se da la oportunidad de cambiar positivamente para vivir en armonía en un país que se signifique por los valores de honestidad, confianza, justicia, seguridad y paz.

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