Ayer abordamos muy por encimita el tema de los contagios y la nueva variante ómicron que trae vueltos locos a todos en el mundo, así que hoy abundaremos en sus efectos, sobre todo después de que trascendiera que otra vez el presidente dio positivo a Covid19

Andrés Manuel López Obrador no predica con el ejemplo pues se ha negado una y otra vez a utilizar el cubre bocas siendo que esa ha sido la principal recomendación de su equipo de expertos, tampoco atendió la recomendación que el mismo leyó en la mañanera de no subestimar los cuadros gripales y así muchas necedades más que no necesitamos detallar.

El tema es que cuando todos pensábamos que este 2022 veríamos la luz al final del túnel, que ya todo comenzaría a ser más normal que los últimos dos años de pandemia, esta nueva variante hizo su aparición y cambió los planes, sin embargo, creo sería un error volver a cómo el inicio de la pandemia cuando no conocíamos la manera de protegernos.

Lavarse las manos frecuentemente, no tocarse la cara, privilegiar la zana distancia, evitar reuniones masivas y sobre todo utilizar el cubrebocas siguen siendo las formas de evitar contagios y sí a eso le agregamos el acceso lento, pero finalmente acceso que hay a la vacuna contra el covid19 no habría necesidad de volver a encerrarnos y paralizar actividades, el mundo tiene que seguir avanzando y la sociedad creciendo a una nueva forma de vida porque así es esto, es lo que nos enseñan las pandemias, hemos sobrevivido a otras.

Hoy tendrá que darse a conocer qué sucederá en Tamaulipas con respecto a las clases presenciales, la idea era que para el mes de febrero todos, maestros y alumnos retomaran las actividades en las aulas, pero la cuarta ola de contagios llegó y arruinó los planes. No podemos perder de vista que la principal razón por la que la Secretaría de educación decidió en un principio utilizar la estrategia de “escuelas seguras” para regresar a la nueva normalidad fue por la salud emocional de los estudiantes; los cuadros de depresión entre los menores se han incrementado desde entonces, los suicidios, los casos de violencia intrafamiliar, los problemas sociales; los efectos que el encerramiento ha dejado entre la gente han sido más negativos que positivos y privilegiar la salud ya no es sinónimo de quedarse encerrado.

No me mal entienda, mi estimado lector, no me refiero a salir a hacer la vida social de hace dos años cuando esto no existía, me refiero a las actividades diarias, actividades económicas, actividades laborales, educativas.

La secretaría de educación que dirige Mario Gómez Monrroy y la de Salud que encabeza Gloria Molina Gamboa, tendrán que tomar una decisión prudente con respecto al futuro de la niñez tamaulipeca y en las reuniones deberían incluir al nuevo rector de la UAT, Guillermo Mendoza quien igual debería tomar en cuenta que la mayoría de sus estudiantes ya están vacunados, no vemos razón porque sigan teniendo a los universitarios rezagados en casa.

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¡Que Dios lo bendiga, gracias!