Oiga, pues Tamaulipas no debe estar tan mal.
Me refiero al terreno electoral.
Ayer, el Instituto Estatal Electoral en nuestro Estado dio a conocer que registró a nada menos que 185 ciudadanos, hombres y mujeres, que buscarán una Presidencia Municipal en los próximos días.
En un escenario en donde hasta ahora en el plano nacional han sido victimados más de 70 aspirantes a cargos de elección popular, el hecho de que existan tantas damas y caballeros que pongan en la gaveta sus temores y se lancen a buscar votos, revela en la opinión de su servidor dos posibles causas.
La primera, es que los tamaulipecos ya dejamos atrás a los de Jalisco.
No en su -dicen– fama de “gays” sino en la calidad de machos y hembras, muy bragados ambos. Tanto que a los hijos de esta patria chica ni la violencia nos arredra y muchos están dispuestos a jugarse el pellejo –literal– en municipios o distritos atenazados por la inseguridad.
Si me dejara llevar por una visión romántica de la política me gustaría quedarme con esta opción.
Pero la realidad parece ser otra.
La verdad es que los ayuntamientos han sido, aunque no será fácil que lo sigan siendo, un filón de oro para los alcaldes y alcaldesas de Tamaulipas. Muchos, la mayoría, han salido de esas responsabilidades sin necesidad de trabajar y algunos hasta con el futuro asegurado de por lo menos dos generaciones, aunque con seguridad debe haber –siempre hay– excepciones honrosas.
Para cerrar este capítulo, es lógico que muchos de ellos saben que no ganarán y también muchos tienen la certeza de que no tienen ni la mínima oportunidad. Pero se lanzaron. ¿Por qué?
Porque ser candidato ha sido para un buen número de los mismos una especie de inversión. Venden su alma al diablo, alquilan su conciencia, ejercen su derecho a la traición y esperan el pago.
Se lo aseguro, sobran casos así. Por eso son 185…
MANIPULACIONES
La frase brota con fuerza propia:
No se vale…
No entiendo y desde luego rechazo a los oportunistas de la política y en especial en el terreno electorero –que no electoral– que manipulan de manera inmoral a adolescentes para lograr sus fines de campaña.
Acaba de suceder un caso en Victoria, con estudiantes de un CBTIS. El 119.
Las chicas y chicos, a todas luces aleccionados con una especie de guión para cada uno, ofrecieron una conferencia de prensa para denunciar a quien en su opinión les afectó. Nombre y apellido: Ambrosio Ramírez, a quien le exigieron una disculpa pública por exhibirlos como parte de un tinglado en busca de votos.
Los muchachos exhibieron su novatez uno tras otra, cayeron en la trampa de los periodistas avezados en esas lides y mostraron sin querer que en realidad a quien deberían de denunciar es a quien los envolvió en un juego en el que ni siquiera tendrán participación, porque aún no pueden votar.
Los alumnos se fueron a la yugular de Ambrosio y después también de una candidata del Partido Verde Ecologista. Llevaron las cosas a tal extremo que hasta responsabilizaron al primero de lo que les pueda suceder.
Por Dios, lo único malo que les amenaza en ese ambiente ya les pasó, que es caer en las garras de advenedizos que explotaron su buena fe. El nombre de Mario Ramos, candidato de Movimiento Ciudadano a alcalde, se mencionó con insistencia.
No sé hasta dónde sea cierto que este señor sea el responsable, pero si así es o quien resulte ser, la conclusión es la misma por utilizar a chamacos:
Qué poca mad…
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