Desde un principio de mi gestión en la ASF, el trabajo técnico que empezamos a realizar dependía de premisas, como la presencia en las entidades a fiscalizar; hablar de una política presencial, comprensiva, no tecnocrática, cercana a la gente y, más aún, con los entes que tendríamos que auditar. El resultado ha sido relevante: prevenimos, no cazamos; priorizamos el territorio, no al escritorio; trabajamos con los entes, no con terceros o gestores, y buscamos mejorar el nivel de vida de las clases populares, ya que la desigualdad es un lastre para el desarrollo, etc. Fiscalizar no es solo revisar las cuentas del gasto público federal, es también prevenir, fortalecer el buen funcionamiento de los planes y programas públicos, construir confianza y aportar soluciones desde la fiscalización superior.

Este propósito es compartido por las entidades de fiscalización superior que integramos la INTOSAI, Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores, que agrupa a 190 de ellas en el mundo.

En este grupo se han desarrollado marcos conceptuales, herramientas metodológicas y guías prácticas para demostrar cómo la fiscalización superior fortalece la rendición de cuentas, mejora la gestión pública y genera confianza ciudadana. Desde su creación, México —a través de la ASF— ha presentado iniciativas relevantes, encabeza auditorías íntegras como las de desastres naturales y pandemias, liderando a más de 15 países en el mundo. Hoy encabezo la Secretaría Ejecutiva, etc.

La ASF ha asumido responsabilidades clave en otros espacios. Por ejemplo, la IntoSAINT, una herramienta de autoevaluación de integridad institucional que también coordinamos a nivel mundial. A través de este foro, hemos capacitado, colaborado, coordinado o apoyado a moderadores en todas las regiones del planeta, contribuyendo a que las EFS no solo detecten irregularidades, sino que también fortalezcan su ética interna.

Asimismo, dentro de la INTOSAI, hemos tenido una participación destacada en los Congresos INCOSAI, foros donde se trazan las prioridades globales de fiscalización. Recientemente, impulsamos el debate sobre la auditoría digital y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y compartimos la experiencia de México en resiliencia institucional pospandemia a través de los resultados de la fiscalización superior.

A través de sus grupos de trabajo, comités técnicos y congresos trienales, la INTOSAI define estándares, comparte experiencias y establece prioridades globales para mejorar la auditoría gubernamental. Asimismo, se compone de siete regiones, dentro de ellas la OLACEFS (Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores) que agrupa a las EFS de América Latina y el Caribe, donde somos la Secretaría Ejecutiva. A su vez, también integramos las organizaciones subregionales de la OLACEFS, como la OCCEFS, donde se agrupan las EFS de los países de Centroamérica y el Caribe, y estamos integrándonos a CAROSAI, donde están representadas específicamente las EFS de los países del Caribe.

En la OLACEFS hemos firmado recientemente acuerdos bilaterales de suma importancia, como el convenio con la Contraloría General de Perú, para alinear agendas nacionales con los compromisos globales de lucha contra la corrupción.

Ser parte activa de INTOSAI, la OLACEFS y sus organizaciones subregionales, nos ha permitido compartir experiencias y recibir las de otros. La nuestra es una fiscalización que transforma, que colabora y que lidera con integridad. Esa es la visión que regula nuestro trabajo y que seguiremos fortaleciendo en cada espacio, local o global, generando conjuntamente valor y beneficio a través de la fiscalización superior. Asumimos un liderazgo que fortalece la fiscalización superior.
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