Me veo así, corriendo con toda libertad a campo abierto, sin recibir por cierto, reclamo de algún dueño malhumorado que pediría, en su caso, se respetara la propiedad privada; mis pasos son tan largos, que espero no maltratar las plantas, y ellas, en lugar de quejarse, muestran su generosidad emitiendo para mí ese embriagador aroma herbal al que he dado en llamar verde naturaleza, porque si fueran rosas las que pisara, el olor sería diferente y me sentiría en el cielo, pero son plantas que crecen, cubriendo la superficie de la tierra como tersa alfombra, evidenciando su alegría de saberse sembradas por el Creador del universo.
Me veo así, sin ningún estigma grabado en mi cuerpo, por el paso del tiempo, sin ningún desgaste físico o quebranto, sonriéndole a la vida por la dicha de saberme vivo, por eso soy muy afortunado y estoy agradecido con mi Padre que me ha dado tanto.
Es este tiempo presente, que es mi pasado, porque para el pensamiento no hay barreras, se puede ser siempre joven y vivir enamorado, o resignarse a sentirse aislado o resentido por haberse quedarse varado en la estación de los viajes sin salida.
Estoy aquí, y todos los días desato un nudo de lo que me ha tenido atado evitándome ser feliz, estoy avanzando en madurez espiritual y con humildad y gratitud acepto la sabiduría que el Señor pone a mi alcance para entender todo aquello que me ha mantenido al margen evitándome que llegue aún más lejos de lo esperado.
Me veo así, disfrutando la amable compañía de los que quieren compartir conmigo su felicidad, porque mi felicidad, no sería la misma, si no la pudiera repartir con todos aquellos que la necesitarían.
Correo electrónico:
enfoque_sbcotmail.com