La denuncia que el diputado local José Ciro Hernández Arteaga formuló sobre el manejo de las cuentas públicas 2017 y lo que va de 2018 del Ayuntamiento de Altamira, no deja de sorprender. Dado que fue cercano colaborar del exalcalde Juventino Hernández Llanos (PRI), esposo de la actual alcaldesa Alma Laura Amparan (PAN) y que es precisamente el poder tras el trono en esa ínsula.
El llamado del diputado a la Auditoria Superior del Estado es que revise con lupa las cuentas públicas de los dos años mencionados, todavía le dio más “color” a la nota cuando expresó que “no son tiempos de solapar a nadie”
El diputado Ciro Hernández fue contralor en el gobierno de Hernández Llanos y compañero de fórmula de la actual alcaldesa que está por iniciar su 2o periodo, hasta ahí la buena relación con el matrimonio Hernández-Amparan. Pero durante el arranque del proceso electoral 2018 aspiró a ser alcalde, siendo diputado por el PAN, en esta última ocasión coqueteó con el Partido Encuentro Social (que iría coaligado con el PT y Morena) pero finalmente le dieron las gracias pero no la candidatura.
En ese marco de circunstancias quedó mal con el PAN, por eso hay mar de fondo en estos pronunciamientos, que de darse en otro ambiente tendrían un barniz de autenticidad.
Hernández Arteaga fue preciso, al señalar que no existe una explicación sobre el destino que han tenido mil millones de pesos, supuestamente ejercidos. Respecto al 2o informe de Alma Laura Amparan, donde dio cuenta de obras realizadas por los gobiernos Estatal y Federal, acusó que no se detalla lo realizado por el municipio.
En este último renglón podemos anotar a favor de la alcaldesa, que eso ocurre con todos los informes municipales, porque es imposible ir precisando obra por obra los porcentajes, pero siempre hay una mención sobre los apoyos Federal y del Estado.
Es perfecto que los diputados locales realicen una reflexión sobre el desempeño de los alcaldes de su distrito, ojalá todos lo hicieran. Tienen la ventaja de estar muy cerca del Presidente de la Comisión de Vigilancia, de la cual depende la Auditoría Superior del Estado y nadie mejor que ellos para señalar las actuaciones de los ediles.
El diputado Ciro es un hombre con trayectoria, fue tesorero, sindico 2º, contralor, entre otros puestos de responsabilidad en cuando menos tres trienios diferentes. Sólo que hoy debe estar nervioso porque el tiempo se agota y dado que no pasó el filtro de MORENA; por otro lado el PRI con el que vivió sus mejores oportunidades está en bancarrota y el PAN con el que quedó mal en 2018, es el único que puede reabrirle sus puertas y parece que de eso se trata.
La cuestión es que la intervención del diputado Hernández Arteaga son quizá de esas cosas buenas que parecen malas.

JUICIOS ELECTORALES AUN IMPREDECIBLES.- Luego de que se dictamino el conteo voto por voto en el estado de puebla con la consiguiente anulación del triunfo de la gobernadora electa, así como del Jefe Delegacional de Coyoacán, ambos del Frente PAN-PRD-PMC, cualquier cosa se puede esperar. Esto incluye a los 3 casos tamaulipecos impugnados fuertemente por MORENA en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Altamira, también de la misma coalición de partidos.
Hay mucha confianza de ganar estos espacios para la bandera guinda, por parte de José Antonio Leal Doria, presidente del Consejo Estatal de Morena, dado que los nuevos argumentos anexados a los juicios tienen posibilidades de que sean resueltos favorablemente, esta determinación se encuentra en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con sede en Monterrey. Por cierto figura entre los magistrados, Jorge Emilio Sánchez-Cordero.
Los tres casos son reelección y los alcaldes Enrique Rivas, Maki Ortiz y Alma Laura Amparan se encuentran despachando con normalidad, llevando a cabo una entrega recepción con normalidad, cumpliendo con los preceptos de ley y sin excepciones por el hecho de la continuidad, dado que los tres recibieron en su momento la constancia de triunfo que los acredita para asumir el poder el próximo 1 de octubre.
Hasta el 30 de septiembre es el límite para dar a conocer el fallo, ya sea de confirmación o contrario.