Siempre nos ha llamado la atención el número importante de agrupaciones que crecen al amparo del poder, sea cual sea el color de éste: ya se forman frentes, uniones, confederaciones y más, en aras, aparentemente, de servir a los ciudadanos, pero todos tenemos la percepción de que son para servirse los vivos que las conforman.
Tal es el caso de la llamada Unión Revolucionaria de Gestores del Estad -URGE- que ahora ha surgido a la luz pública, encabezada por una persona de nombre Benjamín Torres Hernández.
Llama la atención la noticia porque dice que ellos confían en que durante la próxima administración de Victoria, el virtual alcalde Xicoténcatl González resolverá los dos grandes problemas: agua y pavimentación.
Pensamos inmediatamente en que Xico, como se le conoce, tendrá probablemente una varita mágica, porque de otra forma no entendemos cómo Victoria dejará de padecer sus baches y carencia del vital líquido, ambos, problemas que se han atribuido al actual presidente municipal Oscar Almaraz, y que todos sabemos, es un problema añejo.
Hace 30 años, Américo Villarreal nos regaló un acueducto maravilloso que nos ha librado de aquellas carencias de agua; los jóvenes no recuerdan los problemas que teníamos para lavar, bañarnos o abastecernos. El acueducto, como se dijo en aquel entonces, resultaría bueno por tres décadas, que ya se cumplieron, y ahora tenemos otra vez problemas con el abasto, propiciados por la gran cantidad de habitantes y por la infraestructura que se requiere para abastecer zonas ALTAS de la ciudad, y que han sido colonizadas por líderes que no midieron aspectos técnicos y hoy hacen a la gente padecer la falta de agua.
Y el problema de las calles viene desde la administración de Gustavo Cárdenas: desde entonces, no hay forma de que tengamos calles adecuadas en su totalidad, producto del desmedido crecimiento y la mala calidad de materiales que por administraciones se ha manejado. No es culpa de Almaraz, porque él no abrió esas calles: Oscar enfrenta un problema heredado, lo mismo que hará Xico, quien tendrá que ofrecer alternativas para que la gente esté tranquila.
Dice Benjamín que la cercanía de Xico con el gobernador permitirá que haya dinero para obras, haciendo pensar que el gobierno estatal no ha invertido en nuestra capital. ¿No se ha dado cuenta de lo que se ha invertido por parte del GobTam?
No podemos pensar que Xico tendrá la caja más grande del mundo para solucionar los problemas, y por otra parte, ni aunque baile todos los días al Dios de la lluvia podrá hacer que llueva: no hay decreto que traiga lluvias ni máquina que fabrique el agua, por tanto, habrá que seguir estando supeditados a la naturaleza y esperar que los mantos acuíferos se recarguen con las lluvias.
Dejemos de pensar que un alcalde o un gobernador nos darán agua: hay un acuaférico que, lejos de las irregularidades del anterior gobierno se ha concluido. Todo está bien, pero le falta lo principal: agua, y esa nadie la regala sin que llueva.
Se nota que “Don Benja” no tiene idea de lo que se requiere para tener hidrantes en las calles y así tener agua, según entiende: los hidrantes son tomas de agua de gran presión y no cisternas, y tienen un uso específico, y como el acuaférico, también requieren agua, y le recordamos que, mientras no llueva, no habrá agua suficiente, aunado al desperdicio desmedido de algunos irresponsables que debieran ser objeto de muy severas multas.
Así que, no echemos las campanas al vuelo: cuando entre Xico y su administración, habrá que exigirle obras, honestidad, mucho trabajo y apertura a los victorenses, pero de ahí a que n cuanto llegue habrá agua o se taparán milagrosamente todos los miles de baches: imposible.
Deseamos que venga con toda la actitud, con todo el entusiasmo, con todo el apoyo, pero recordemos, hay que pedirle cuentas claras, trabajo y honestidad, que no dudamos que nos responderá. Mientras, apoyemos cuidando el agua y participando con la autoridad.

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