Es muy importante entender cual es el papel del ser humano en el desarrollo de un planeta que nos hemos estado acabando, dejando moribundo gracias a actitudes que anda tienen que ver con la congruencia.
En ese sentido, los combustibles conocidos de siempre sabemos que son no renovables, altamente contaminantes y tenemos que buscar otras opciones como seres humanos, porque si no nos ponemos listos, el planeta nos durará mucho menos.
Y Tamaulipas ha dado uno de los principales pasos en ese sentido, propiciando la creación de parques eólicos, concibiendo este tipo de energía como parta ya no del futuro, sino de un presente que nos obliga a cuidar el planeta. El paso que ha dado Tamaulipas en estos últimos meses es muy significativo, y a decir del gobierno estatal, habrá acciones que tengan una repercusión importante en ese sentido, y que permitirán ahorros y cuidado ecológico que son realmente importantes, significativos.
Siempre pasar por los “armatostes” que conforman los parques eólicos es imponente, por la magnitud de su conformación, y todavía es mucho más satisfactorio saber, por una parte, que hay puntos académicos donde nuestros jóvenes puden estudiar para desarrollar este tipo de actividades, orillando a la entidad a crear sus propios recursos humanos y dando trabajo a sus propios jóvenes. Por otra parte, el construir en lugar de comprar siempre será mucho mejor, porque implica movimiento económico, y eso salpica hacia muchos hogares y rumbos.
Dice el gobernador Francisco Cabeza de Vaca que habrá inversión muy significativa en este aspecto, y suponemos que la administración estatal ha volteado a ver el futuro y el presente; el futuro, porque no podemos estar supeditados a un combustible como el petróleo a pesar de ser la nuestra una entidad con alta producción: nos hemos dado la vuelta al futuro y queremos que forme parte de nosotros una manera más importante de cuidar lo poco que hemos dejado al alcance del ser humano y que deseamos perdure por muchos años.
Ya la parte norte de nuestro estado se llena de los aerogeneradores propios de este tipo de inversión y de generación de energía: ya no son como aquellos gigantes que seguramente en el tiempo en que se presentaron, Don Quijote visualizó como los grandes gigantes que fueron simplemente los molinos de viento narrados por Cervantes. Hoy, los aerogeneradores forman parte de un distinto paisaje, de una nueva realidad, y qué bueno que hemos entendido que hay que buscar alternativas, opciones, y no apostar solamente a una línea o acción, porque el progreso llega de distintas formas, y en ese sentido tenemos que hacerlo revivir y que nos deje los innumerables beneficios que puede aportar a nuestra historia presente y no pasada.
A muchos no les gustan los parques eólicos porque pelean con la estética y suponen que son poco agradables a la vista: el paisaje natural se cambia totalmente y se convierten aquellos enormes lugares en conjuntos de aerogeneradores y productores de la llamada “energía limpia” que, realmente agradeceremos dentro de poco, pero más importante será el beneficio que dejarán a nuestros hijos.
Finalmente, muchos de nosotros ya estamos más allá del bien que del mal, y tenemos que pensar en lo que estamos dejando a las generaciones que vienen empujando fuertemente.
Qué bueno que se están haciendo estas inversiones, y ojalá alguien más entre con sus ahorros y forme parte de esa generación de tamaulipecos que han apostado al futuro, y que dentro de esta apuesta se encuentra el futuro de ellos y sus hijos, de las nuevas generaciones, y se llevan en el camino a un ritmo vertiginoso al progreso para nuestra queridísima entidad.
Nos está tocado vivir un cambio importante en la generación de energías. Ojalá nos toque ahora el uso de éstas y el cambio generacional que se gesta diariamente en nuestros campos, nuestros cerros y montes, nuestras montañas y todo lo que represente un punto de progreso para el Tamaulipas que tanto queremos para los nuestros.
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