Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio. Mentir y utilizar a la gente como objeto manipulable para alcanzar el objetivo del poder es práctica corriente. Producen poco asombro y menos reacción.

Cuando los grandes males de la mentira, la corrupción y la manipulación social se tornan groseros, cínicos, desvergonzados, cotidianos, el fracaso del político que sustenta estas actitudes se hace manifiesto y desata el rechazo de la sociedad sometida.

Las cargas que se han acumulado en el campo económico impresionan por su peso y no podrán ser controladas, no se requiere ser experto para saber que de no cambiar la política económica y financiera, las cargas se incrementarán. La demanda de dólares para importar energía continúa aumentando y debilita el saldo de la balanza comercial pues se paga al contado y de no hacerlo se corta el suministro de energía y el país se apagará.

Sabemos que los subsidios al transporte y a los servicios no pueden sostenerse y el aumento de tarifas que se autorice para poder disminuirlos afectará el bajo poder adquisitivo del país pues sujeta a sus habitantes a salarios bajos.

Aprobar por la Cámara de Diputados un presupuesto que oficializa la mentira es la máxima expresión del poderío del Estado Mexicano. El presupuesto presenta valores irreales de inflación y de crecimiento del Producto Bruto Interno, lo que lo desvaloriza como instrumento de planeación para resolver los problemas de los mexicanos.

Desde 2008 se exagera las cifras del Producto Bruto Interno; las mediciones de inflación son mentira y entronizar la mentira por la Cámara de Diputados provoca daños como forzar al país al pago de miles de millones de dólares a tenedores de bonos, pero lo más grave es el daño moral por la pérdida de la confianza pública.

Otro hecho inaceptable es la toma de escuelas por estudiantes obnubilados que se atribuyen el derecho de negar el acceso e impedir su funcionamiento como manera legal y correcta de expresar su discrepancia con la modificación de los planes de estudio, lo que indica un alto nivel de intolerancia propio de quienes están formados en el ejercicio de exigencia de derechos sin responsabilidad. Las escuelas de educación media hace décadas son centros de manipulación bajo auspicio del Estado Mexicano, sin embargo perdió el control y agrupaciones oficialistas y partidos de izquierda las transforman en escuelas de intolerancia y acción directa.

El fracaso de las políticas públicas obliga al Estado Mexicano a entronizar la mentira, la intolerancia y la violencia, mientras la sociedad expresa la necesidad de un cambio en el que predominen el consenso y la armonía social, reservando la agresividad para perseguir, condenar y confiscar los bienes mal habidos de quienes traicionaron al pueblo rapiñando sus recursos a través de la corrupción y para frenar el delito organizado a cuya sombra opera la delincuencia, sin encontrar un grupo de lideres que también así piensen y la organice para lograr ese objetivo. Ninguno de los candidatos que los partidos postularán en el proceso 2018 piensa en liderar el cambio que los mexicanos deseamos. Buscan continuar en la rapiña, en la tranza y utilizar la violencia en contra de la sociedad. Los últimos resultados que los gobernantes y políticos surgidos de los recientes procesos de elección así lo demuestran al robar de manera impune cientos de miles de millones de pesos.