“Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa…”

Alfred Adler

Cuidado: Tal vez sea sólo el inicio de una etapa truculenta en Tamaulipas. Dos casos mueven a la preocupación.

El primero es la versión mediática sobre el hallazgo de un presunto campo de exterminio y un supuesto crematorio en Reynosa. La difusión corrió por cuenta de un Colectivo de Buscadores que las benditas redes convirtieron en verdad sin mediar pruebas y elevaron el tema al plano nacional, lo que fue desmentido al comprobarse que se trataba de obras en proceso de una empresa funeraria.

Se aclaró el trascendido, pero el daño quedó marcado.

El segundo se dio en Tampico, una de las ciudades con mayor percepción de seguridad en México, donde la rumorología revivió la sicosis de los secuestros, en otra andanada de desinformación online. La alcaldesa también desmintió la especie con el mismo balance: Lo aclaró, pero volvió la zozobra.

Lo anterior parece el inicio de una intentona de desestabilización social en el Estado y aunque peque de alarmista, es necesario no echar en saco roto estos avisos y comprobar si no hay una mano, tal vez azul, que está meciendo la cuna.

Pensemos mal, Y quizás acertaremos…

BENITO JUÁREZ EN VICTORIA

Es curioso: Hoy en Victoria un terreno se ha convertido en tema para evocar uno de los pensamientos más conocidos de Benito Juárez. Es sencillo de leer, pero es muy complicado aplicarlo.

La frase acuñada por el Benemérito, señala que el límite de las libertades y derechos de alguien terminan donde comienza el derecho ajeno, lo que encierra en la teoría una gran verdad pero también conlleva un galimatías en la práctica, a la hora de definir ese límite.

Para tratar de interpretarlo hay quienes apelan al bien superior de la colectividad, al asegurar que se debe privilegiar el derecho de las mayorías sobre el individual o de la minoría, lo que es aceptable en términos de democracia; pero en contraparte hay quienes dan prioridad al tamaño y alcances del beneficio de una acción, para determinar cuál derecho es el que debe predominar.

¿Quiénes tienen la razón en esta maraña?

Estoy muy lejos de ser un jurista para dar rienda suelta a mi opinión, pero lo anterior describe lo que está sucediendo en esta capital en la colonia Ampliación López Mateos, donde los vecinos tramitarán un amparo para impedir que una parte del área verde de ese sector sea destinado a levantar una subestación de la CFE.

Es comprensible la postura de los residentes, si nos basamos en el argumento de que ese predio es utilizado para un campo deportivo de los menores de edad. Les costó, aseguran ellos, tiempo y dinero el conseguirlo. Tienen razón en ese sentido.

Sin embargo, en términos de bienestar colectivo, por el destino potencial de ese terreno bien vale la pena analizar los beneficios que arrojaría la planta de electricidad, que aseguraría el suministro de energía a aproximadamente 116 mil usuarios, en un sector donde los “apagones” son frecuentes y causan severos problemas y riesgos a escuelas, hospitales y desde luego, a los hogares.

A primera vista, la cuestionada subestación de la CFE reúne los dos beneficios citados, tanto en calidad al eliminar riesgos que podrían ser graves, como en cantidad al asegurar la cobertura a más de cien mil personas. Los dos efectos sumados deberían bastar para avalar el proyecto, sobre todo cuando el Ayuntamiento ha garantizado edificar en otro predio, modernas instalaciones deportivas para los niños y adolescentes de esa colonia y zonas periféricas, lo que resolvería el encono de los colonos.

Ojalá impere la razón y se solucione este conflicto. En el aspecto social, deportivo y de recreación no debería haber problemas cuando el cambio es para mejorar.

Ojalá que no sea la política, la que esté aprovechando la buena fe de los colonos de la López Mateos…

X: @LABERINTOS_HOY