Con seguridad, usted ha visto alguna vez una pintura de Salvador Dalí. Tal vez no un original, pero por lo menos una fotografía o litografía de alguna de ellas.
Bueno, hoy me siento habitante o figura de uno de sus cuadros.
Es una percepción personal derivada de mi escaso conocimiento artístico del español y de sus obras, pero sí de la sensación que éstas provocan.
De sus pinceles brotan escenarios cuyos personajes parecen tener una figura y reflejan otra, los objetos son conocidos pero parecen pertenecer a un sueño y no a la realidad, en donde las interpretaciones dominan a lo evidente o a la lógica. Para ser más claro, a mí me parece –con una disculpa al gran maestro y a sus adoradores– un mundo de locos.
Y hoy, México me parece un cuadro digno de Dalí.
Juzgue usted. Amanecemos con una realidad y nos acostamos con otra, una ley rige hoy pero quién sabe si lo hará mañana, los delincuentes son víctimas sociales, la necedad sustituyó a la razón, aplaudimos lo que nos está haciendo daño, las instituciones sirven para burlas abiertas, por primera vez en muchos años el odio interno empieza a superar a la conciliación y el estado de derecho sirve para tres cosas: Para nada, para nada y para pura ch…ada.
El último factor es el que realmente me preocupa, con un ejemplo que tiene nombre y apellidos: Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Ese ente se ha convertido en uno de los peores enemigos del país. Y lo que es peor: con el consentimiento y hasta beneplácito del que debería evitarlo: el gobierno.
Desde hace años, la CNTE ha vandalizado, golpeado, atacado y depredado a México y ni los priístas, ni los panistas y ahora los morenistas, han movido un dedo para detenerla. No veo en este momento un protagonista social –fuera de los actores abiertamente criminales– más dañino en el entorno nacional.
¿Cómo es posible que con bloqueos al movimiento ferrocarrilero la Coordinadora exija 5 mil millones de pesos para cubrir ingresos que sus malhadados maestros no se ganaron, porque abandonaron las aulas para nutrir marchas, plantones y bloqueos?
¡Y se los van a dar, puede estar seguro!
De regalarles ese dinero a un ícono de la holganza laboral como lo es la CNTE, la nefasta lección que quedará será una de las peores que podamos imaginar, resumida en una frase:
Bloquea, golpea, hunde a la economía, viola las leyes, que no sólo la impunidad será la respuesta, sino que hasta te pagarán por eso.
No sólo es incomprensible lo que sucede en México. Es aberrante, es indignante, es una pesadilla.
Es, con todo respeto para el arte, un cuadro de Dalí…

RECUERDEN A DON ALFONSO
¿Quieren conocer los victorenses un buen proyecto para la polémica decisión de hacer peatonal a la calle Hidalgo?
Quienes puedan o se tomen la molestia, busquen algunas de las cátedras de columna política que escribía el maestro del periodismo, dramaturgo y poeta, don Alfonso Pesil Tamez, que en paz descanse.
Don Alfonso fue en los últimos 20 años de su vida un fervoroso impulsor de cerrar la calle Hidalgo para salvarla del olvido y rescatar la pieza más querida del primer cuadro capitalino.
Por lo menos leí tres veces su propuesta en ese sentido en sus colaboraciones para el cotidiano LA VERDAD –en donde fue director general– que no eran un proyecto con alardes tecnológicos y urbanísticos, sino un compendio de sentido común, conocimiento de lo que le gusta a la que siempre fue su querida ciudad y un profundo respeto hacia todos los residentes y usuarios de esa calle.
A quien le interese, que busque esas aportaciones.
Le hablo a usted, señor alcalde. Les hablo a ustedes, señores comerciantes…

Twitter: @LABERINTOS_HOY