Ucrania utilizó inteligencia. La Operación Telaraña, drones infiltrados en Rusia de manera simultánea atacaron 5 distintas bases aéreas destruyendo 41 bombarderos de los 150 con los que cuenta ese país.

La preparación tomó un año. Implicó señuelos para transporte encubierto de equipo en terceros países e infiltración en zonas industriales en Rusia; capacidad logística y táctica para montar semejante operación en un país bajo asedio. Un golpe de poder. Se destruyó parte de la flota que lanza misiles de largo alcance a Ucrania y de otros con capacidad para transportar armamento nuclear. Se debilitó la ofensiva.

Estalló parte del puente de Kerch que conecta Crimea-Rusia, de 18 kilómetros, el más largo de Europa, símbolo de Putin y su ambición de reconstruir Rusia.

Trump enloquece más con la evolución de la guerra pues no se frena, como prometió. Putin actúa por poder y capacidad estratégica. Pensar que un acuerdo termine con esta guerra, es ingenuidad.

Entre tanto, la ucrania mexicana, bajo asedio de la familia real a través del control de Morena, del Senado y Cámara de Diputados, Secretarios de Estado, que bloquean o acotan las iniciativas surgidas en esa palaciega ucrania mexicana, hace su juego de poder dejando que la incapacidad y soberbia sean los drones que detonaron la derrota morenista.

Aunque desde la palaciega ucrania se califica de éxito la mínima cita social en las urnas pues se desarrolló y empujó bajo su liderazgo, es una herencia que le tocó ejercer y para la que aun dispone de tiempo para establecer su dominio palaciego.

A cambio, el adverso resultado electoral político, no judicial, en Veracruz y Durango, bajo gobernantes ajenos a la palaciega ucrania, resultó cachetada pública aplicada como fuerte correctivo político a AMLO y secuaces. No es lo mismo el tigre, que el cachorro pintito.

Ante el embate del poder real tras la ucrania mexicana, este resultado político da a la presidente Sheinbaum espacio y tiempo para despejar de su camino político el cerco de poder al que se encuentra sometida y entonces veremos la realidad.

Colores políticos aparte y cuestión de género; la calidad democrática que impera es la presidente Sheinbaum la representante legal de México. Ahí debemos llevar el respaldo y cuestionamientos derivados de nuestro leal parecer, a su mandato.