La política social del presidente se critica pues su impacto a personas y hogares más pobres del país es débil. Parece estrategia que transfiere miles de millones a familias y hogares necesitados, pero ese dinero llega en mayor medida a los más ricos. No son primero los pobres, es primero los votos. El programa estrella es Pensiones para el Bienestar de Adultos Mayores. Su instauración en su gestión en la Ciudad de México catapultó su popularidad, pero la Secretaría de Hacienda calcula que el 20% más pobre de la población obtiene 7.7% de los recursos de este programa, mientras que el 20% más rico obtiene 21% de sus recursos.
Becas “Benito Juárez”. Al ser beca universal tiene el mismo impacto: descobija al quintil más pobre de la población que estaba mejor cubierto con “Oportunidades”. Entre los más pobres y ricos existen familias y personas para los que la pensión es ayuda de gran valía, amplía su frontera de consumo; valiosoen época de poco crecimiento, baja generación de empleo formal y alta inflación. Una familia mexicana que alberga a abuelos, niños y jóvenes, recibe un monto considerable de subsidio al mes, beneficio tangible, no promesa, por eso la popularidad de López persiste.
López señala a otros como responsables de que las cosas no jalen en la economía, pero él se adjudica el crédito de estos beneficios que pueden llevar a que una familia coma más y mejor. En el primer trimestre, en anticipación al proceso de revocación de mandato y elecciones locales celebradas, estos programas recibieron más recurso que el programado y aprobado por el poder Legislativo. Cuando el presidente incrementa sustancialmente las asignaciones aprobadas, viola la división de poderes y de la representación política asociada a tema presupuestal. El principio fiscal de que no puede haber cobro de impuestos sin representación política, queda anulado. Nos convertimos en contribuyentes sin derechos,financiadores de ambición política no de un proyecto o visión de desarrollo. Y sí, en el ejercicio del presupuesto en el primer trimestre de 2022 hay incrementos enormes, es imposible no vincularlas al periodo electoral.
Existen 76 programas, 22 ejercieron 40% más de lo aprobado, error bestial que López critica a los gobiernos anteriores y también comete. Pensión para Adulto Mayor gastó 63% más. Becas para Estudiantes de Media Superior, 95% más y según López, “eso no influye en la elección”. Gastar más en algunos rubros implica quitarles a otros, si el objetivo es no impactar el balance público. Cuando se identifican programas de subsidios castigados se muestra que para el Ejecutivo los pobres no son primero. 30 programas tuvieron recortes. 22 no recibieron recurso en el primer trimestre del año. Los programas con mayor recorte son salud de la población abierta: Atención a la Salud y Medicamento (buena parte de lo asignado se depositó en fideicomisos sin información Salud Mental, Sexual y Reproductiva (recorte de 69%) Sabemos que el incremento de la pobreza se asocia al gasto de bolsillo en salud. Esto es, familias que desembolsaron de su ingreso para atender sus enfermedadesmientras se fomenta el voto a favor de López.