Es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Servidores públicos, políticos, funcionarios para que obren con justicia y responsabilidad, además de conocimiento y saber, deben cumplir con su ideario y compromisos verbales. Por ejemplo, López, el denunciante de todo aquello que los gobernantes en turno y los partidos políticos en el poder realizaban, que él consideraba atropello a la ley y contrario al bienestar social, así lo denunciaba. Un hombre íntegro.

A cuatro años, López es ejemplo de un político del tipo que denunciaba antes de ser presidente y hoy, guarda distancia galáctica entre promesas electorales, peroratas en la Mitotera y el ejercicio del poder. Su gestión es reconocimiento al incumplimiento de sus ejes de campaña: Su discurso contra la mafia del poder es tan falso que los odiados dueños del dinero integran su comité asesor empresarial y gozan de jugosos contratos que López otorga de manera directa, sin licitación pública como la ley obliga. Carlos Slim y Salinas Pliego son claro y jugoso ejemplo de la manera de recibir beneficio con opacidad absoluta.

Aquella promesa de que la gasolina tendría un precio de $10 por litro, que luego tuvo el descaro de desmentir ya en el ejercicio de la presidencia, enfrenta una dura realidad, cuesta más del doble y eso por millonario subsidio que aplica. Igual aquello de que la economía crecería al 4% a pesar de que al inicio de su administración ya mostraba caída y ahora las cifras proyectan, en escenario optimista, entre 2 y 2.5%. En seguridad pública y contención de la delincuencia organizada, la crisis no es de percepción, las cifras oficiales que analizan organismos de la sociedad civil revelan el crecimiento imparable de la violencia y el apoderamiento del territorio nacional por el crimen organizado, a pesar del amor de López por los criminales y sus señoras madres.

Aquello de regresar los militares a sus cuarteles resultó en militarizar espacios del manejo del estado para entregar esa facultad y ganancia a los militares a los que desea mantener en las calles con su obsesión de militarizar la Guardia Nacional. Su sobado lema, “primero los pobres”, ¿se deberá al crecimiento de 4 millones de personas en pobreza? En igualdad social generó distanciamiento entre los deciles por la protección a minorías ricas, clara al oponerse a una reforma fiscal que redistribuya la riqueza y que pague más el que más gana. Al no defender y apoyar a pequeñas y medianas empresas de las que quebraron un millón, entre otras causas, por el abandono de López en pandemia, creando desempleo, subempleo y contracción salarial.

En cuatro años, López el íntegro, se desintegró el mismo con sus mentiras, sus acciones autoritarias que buscan concentrar riqueza y poder afectando el bienestar de los mexicanos a los que Juró defender al honrar a la Constitución, documento que pisotea como si fuese el enemigo para vencer o morir.