La historia de la niña de 5 años abusada y apuñalada en una colonia de Tampico es terrible, innombrable, no alcanzo a imaginar cuánto dolor pudiera estar atravesando la familia en este momento, llenos de rabia e impotencia ante un caso que sigue impune; y aunque el culpable sea detenido y juzgado el dolor difícilmente se irá.
La pérdida de un ser querido es un golpe para quiénes lo rodean, sí se trata de un menor de edad, mayor; pero sí el hecho ocurre bajo circunstancias trágicas como el acontecido el domingo en la zona sur del estado el dolor se agrava.
La procuraduría de Tamaulipas tiene una tarea titánica por resolver en la entidad y no me refiero a este único caso sino a los múltiples acontecimientos violentos que ocurren a diario en las diferentes regiones y que parecen olvidarse en un papel archivado entre los expedientes. Balaceras, homicidios, tiroteos, agresiones y abusos son el pan de cada día y muy pocas las detenciones logradas.
El sujeto que ingresó a robar al domicilio donde dormía la pequeña había ya cometido abuso en contra de un grupo de mujeres a quienes obligó a cometer actos obscenos, pero al ser éstas mayoría lograron abalanzarse contra él. Según reportes periodísticos las mujeres marcaron al número de emergencia solicitando la presencia de los elementos policiacos, mismos que, como suele suceder, tardaron en llegar y el sujeto escapó. Horas después ingreso al hogar de la familia en donde cometió el asesinato.
Pero este no es el único caso de este tipo que se registra en la entidad y específicamente en la región sur, hace unos años una pequeña regia que disfrutaba con su familia en Playa Miramar fue secuestrada de la habitación en la que dormía con sus padres y posteriormente localizado su cuerpo en un terreno enmontado con huellas de abuso sexual; semanas después la procuraduría mostro al presunto culpable quien al padecer una enfermedad mental recibió un trato diferente.
Recientemente otro caso enlutó a una familia también en la zona sur del estado en un hecho similar, mientras que en Reynosa tenemos muy presente la historia de una estudiante de secundaria quien durante su trayecto de la casa a la escuela fue interceptada por un loco sujeto que la degolló hasta la muerte. El caso lo hizo público una diputada local y no tenemos presente que se haya hecho justicia por parte de la procuraduría.
Y así pudiéramos enumerar muchas historias más, cómo la de la bebé recién nacida arrebatada de los brazos de su madre en un crucero de Matamoros sin que hasta ahora haya sido localizada, pero la idea de esta Perspectiva no es ésta si no mostrar el grado de impunidad y vulnerabilidad en el que nos encontramos.
Urge la implementación de una estrategia de seguridad efectiva que pueda acabar con el alto índice delictivo que se registra en la región y un cuerpo policiaco confiable y efectivo que puede hacerle frente tanto a los delitos del fuero federal como del fuero común. Una institución que genere confianza entre la población y no una manchada por funcionarios corruptos, ligados con la delincuencia.
¿Lo lograran? La verdad, lejos están de serlo pero ojalá me equivoque.
Que Dios lo bendiga, gracias.

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