Sin lugar a duda el panorama ha cambiado, y la perspectiva que tenemos también; hace muchos años, un niño “gordito” era sinónimo de niño sano, aunque luego nos hemos dado cuenta de que la gordura es un claro ejemplo de descuido y nos lleva a incapacidades enormes, y hasta la muerte, si es que no se toman medidas adecuadas.
En ese sentido, hemos tratado el tema muchas veces porque realmente el tema es grave: porque es la base de una sociedad en estado sanitario adecuado, sana, que pueda desenvolverse adecuadamente sin mayor problema físico, ya que el estar gordo implica batallar para abrocharse las cintas del zapato, el cinturón, caminar y subir escaleras, agacharse a recoger algo que cae y muchas cosas más.
El obeso sufre, batalla, y además es objeto de un bulling que puede llevarle al suicidio si no se atiende de forma que debe.
Los negocios de comida rápida y chatarra abundan hoy más que nunca; los boneless, tan deliciosos que no son más que pechuga de pollo empanizada y frita con un mundo de grasa mala para el organismo, han proliferado en nuestra ciudad, y el peligro es que nuestros hijos y jóvenes están prefiriendo este tipo de alimentos a una buena ensalada.
Entendemos que hay antojos, que una pizza o una hamburguesa y demás, pero no podemos hacer que se coma mal todos lso días, porque no llegaremos a buen puerto. El colesterol, los triglicéridos y otros problemas que se incrementan con una mala alimentación están pendientes para jorobar nuestra salud, y nadie más que nosotros es responsable en ese sentido.
Dice Alejandro García Barrientos, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría del ramo que tenemos que aprender a comer de nuevo, y procurar con los que saben el aprendizaje necesario para combinar alimentos adecuadamente, y que no nos hagan el terrible daño que ocasionan.
Y como dice un lector de Entre Nos, pareciera que mucha gente disfruta en pasear su voluminoso cuerpo cubierto por prendas que hacen resaltar más el sobrepeso, propiciando más burlas y aspectos que no son nada favorables.
Reconoce nuestro lector, al igual que el subsecretario García Barrientos la necesidad de capacitarnos en nutrición y hacer de nuestra existencia algo más armónico, menos agresivo y más sano.
Cuenta como anécdota: “en el estacionamiento de un supermercado ví un puesto de tacos que tenía un anuncio que decía; oferta: 8 tacos por 20 pesos, y ví muchas personas consumiendo y pensé: “por qué mejor no entran a la tienda y compran algo más sano”; al entrar al supermercado vi, oferta manzana Red, 60 pesos por kilo: Plátano, 15 pesos kilo, y entonces comprendí que mi pregunta estaba contestada.”
En ese tenor, habría que hacer un gran esfuerzo entre autoridades, padres de familia o quien se encarga de la comida en casa, y todos poner nuestra parte, para lograr comer mejor, dejar a un lado lo que nos hace daño y permitirnos vivir de una manera menos agresiva.
Porque programas los hay, capacitación, la hay, lo que está faltando probablemente es la voluntad de hacer las cosas y de cumplirnos como individuos.
Comer bien es una obligación que debemos tener todos, y es el momento de buscar hacerlo en forma que no nos desbalancee el presupuesto, pero que tampoco nos cueste la salud, ya que los gastos posteriores a la pérdida de ésta, son tremendamente enormes.
Así pues, la apuesta por la salud, como reitera el doctor García Barrientos, es de todos, y hay que comenzar a ganar tiempo y bienestar, porque somos los responsables de nuestro organismo.
Hay que preocuparnos y hacer un gran esfuerzo entonces, por nosotros mismos.
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