Posterior al arrollador triunfo de Andrés Manuel López Obrador, a México le llega una muy buena noticia que gira en torno a los partidos políticos existentes y su posible desaparición o pérdida de registro, por no cumplir siquiera co el mínimo de votación exigida por las autoridades para seguir siendo vividores del erario. Perdón, susceptibles a las prerrogativas oficiales.
De esta forma, con un 93.5 por ciento de votos contabilizados, la autoridad electoral considera que pueden el Partido de la Revolución Democrática -PRD-, Partido Verde Ecologista de México -PVEM-, Movimiento Ciudadano -MC-, Nueva Alianza -PANAL- y Partido Encuentro Social -PES- dejarían de existir.
¡Vaya noticia tan agradable!, y que permitirá al gobierno federal dejar de mantener a varios grupos de zánganos, vividores, holgazanes y perturbadores de la paz social como son los integrantes de esos mal llamados “institutos políticos”.
Recordemos que los del PANAL surgen como un mecanismo de defensa de la señora Gordillo, que el Verde es una franquicia de la familia Martínez, donde el llamado “Niño Verde” ha heredado todo: dinero, prerrogativas y privilegios; y así, podemos irnos partido por partido, sin temor a equivocarnos de que, los que wí cumplieron con sus cuotas de votación también tienen cola que les pisen.
Los que se dicen “maestros” y solo ocupan el partido Nueva Alianza para estar comisionados y holgazanear obtuvieron 493 mil 115 sufragios en todo el país, lo que constituye un 1.08 por ciento, es decir, ni los mismos maestros confían en ellos.
Y las cifras son escandalosas: PRD, 307 mil 665 votos, para el 2.87 por ciento, contra 822 mil 760 del PVEM, y que constituye el 1.8 por ciento de los votos totales.
Una auténtica burla su existencia, y no justifica los cientos y miles de millones -según el caso- que se les dan de nuestros impuestos, y que gastan sin justificar, haciendo trampas y convirtiendo sus partidos en mesas de negociación de prebendas. Algo inmoral por donde se le vea, porque no tienen decencia, honestidad ni principios, ya que luego, vemos con tristeza que cualquiera de esos individuos brinca de uno a otro para alcanzar una candidatura que se ha encaprichado en tener y que no le dieron por alguna razón.
Faltos de tacto social y ciudadano, ladrones de presupuestos, vividores sin trabajar… muchos epítetos se les pueden colgar a estas catervas de vividores de cada uno de los partidos.
Somos de la idea de que deberían existir dos o tres -máximo- fuerzas políticas: debía ser derecha e izquierda y punto: a ganar la votación de todo México.
Pero en aras de solapar la corrupción, nuestro Congreso y Senado han dado cabida a estos vividores “para no caer en problemas sociales” dicen, pero que constituye un abominable acto de injusticia social.
No alcanzaron el 3 pro ciento, y pro consiguiente, esperamos librarnos de ellos. Vimos con tristeza que algunos ni campaña hicieron. En el caso de candidatos a diputado federal, el columnista se asombró en el día de la votación, porque vio a un nombre en la boleta de alguien que nunca conoció ni supo de su existencia.
¡Pero qué tal la forma en que se gastó el dinero público!
Ojalá el Congreso, morenista en su mayoría, ponga orden y haga más difícil la supervivencia de estos vividores.
Y a los miembros de esos partidos, la recomendación parar que vayan a la torre de gobierno, a la oficina del empleo, donde les podrán probablemente sugerir algún sitio para laborar y tener un salario digno y mantener a sus familias, aunque se antoja difícil que un vividor de 40 – 60 años que no ha trabjado nunca quiera hacerlo ahora.
Para eso están los amigos, la familia y los partidos, pues.
Acabar con ellos, una decisión sabia que la justicia deberá tomar.
Comentarios: columna.entre.nos@gmail.com
[Ads]