En los pasados días la Fiscalía de “Justicia” de Tamaulipas, selló los expedientes en contra del ex alcalde de Victoria, Xico González, bajo el argumento de que cumplir con el principio de transparencia, “supondría la generación de desprestigio contra el ex alcalde. ¿Por qué la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía en Tamaulipas buscan ocultar algo que es evidente? Esta semana vimos en redes que el ex alcalde Xico González ha estado apoyando el colectivo de #todosXtamaulipas.
La realidad es que mientras tengamos instituciones no autónomas en el municipio, estado y en el país, difícilmente encontraremos los contrapesos necesarios para que existan buenas prácticas gubernamentales. La forma de selección de los fiscales debe de cambiar, para que no sean elegidos a contentillo de los gobernadores o del presidente de la república. El artículo 102 constitucional tiene que ser modificado y se tiene que homologar a los estados.
Los mexicanos no queremos más impunidad, corrupción, incompetencias y abusos de poder; la dependencia directa de la fiscalía general con el ejecutivo federal o estatal ha ocasionado que en los hechos no se investiguen a fondo muchos delitos. La mayor impunidad está en los delitos del poder en materia electoral, de corrupción y violación de derechos humanos.
En 2014 se modificó la constitución política ordenándose la conformación de la FGR, pero el diseño de esa modificación tiene fallas de origen ya que deja una autonomía limitada al Fiscal respecto del ejecutivo, contempla un excesivo periodo en el cargo (9 años), permite un perfil muy laxo del Fiscal e implica una excesiva concentración de facultades en el Fiscal sin contrapesos institucionales.
Es urgente que existan verdaderos contrapesos institucionales en los estados y la federación. Se debe buscar verdadera autonomía en puestos como la Fiscalía General y la Auditoría Superior. De no ser así, la corrupción, impunidad, las persecuciones políticas y el abuso de poder seguirán siendo un sello distintivo de nuestro estado, de nuestro país.