Esta semana el nombre del alcalde salió a relucir durante la sesión del Congreso luego de que diputados alzaran la voz en contra de los altos cobros que alcalde Mario López está haciendo a comerciantes por uso de suelo.
Fue a través de un exhorto, el cual por cierto no fue difundido por el grupo de prensa del Congreso como regularmente lo hacen, donde diputadas pidieron detener el cobro ante los presuntos abusos por altos montos, situación que fue denunciada previamente por los propios comerciantes.
Integrantes de la Cámara de Comercio en Matamoros, por su parte, pidieron no solo exhortos sino modificar la ley y eliminar las multas que consideraron excesivas o ya de perdida un periodo de gracia pues aseguran los están afectando económicamente.
Usuarios en redes sociales agarraron el tema y no han dejado de criticar al alcalde de Morena, quien por cierto, busca reelegirse, lo que obligó a convocar una rueda de prensa.
Mario López, alias “La Borrega” se quejó amargamente ante medios de comunicación de quienes calificó “sus adversarios políticos”, aseguró que no existe ninguna extorsión y amenazó con iniciar una investigación para dar con los autores intelectuales y materiales de esta “difamación”.
Para calmar las aguas que están manchando su nombre a unos cuántos meses de que MORENA decida si busa su reelección o más bien sustitución, el alcalde anunció su decisión de eliminar las sanciones económicas a los ciudadanos, mientras que a los comerciantes les ofreció descuentos considerables; también informó que busca derogar la ley de la que tanto se quejan.
El incidente nos recordó a lo que ocurrió hace unas semanas en Victoria cuando el alcalde, también emanado de las filas de MORENA y su cabildo analizaron la ley de ingresos. En un inicio el alcalde pretendía hacer efectivo un cobro a comerciantes que hace años no se aplicaba en la ciudad, lo que lesionaría económicamente a los empresarios que aun no logran recuperarse de los efectos de la pandemia. Lo anterior generó también una guerra de declaraciones y quejas que obligó a ambas partes a sentarse en la mesa y llegar a acuerdos.
El alcalde fue sabio, decidió echarse para atrás y no solicitar su aplicación, pues el costo político de esa decisión hubiera sido muy grande. Lalo Gattás también busca reelegirse el próximo año
Veremos.
Que Dios los bendiga, gracias
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