Tirar de aquí para allá y de allá para acá, en un eterno estire y afloje, donde nadie está conforme consigo mismo, mucho menos con los demás, donde todos y nadie tiene la razón, donde más que promoverse la confianza y la certidumbre, se le da prioridad a la generación del miedo y cada vez más se pierde el rumbo; unos pensando que de esa manera se distraerá más a la gente, que en primer término tratará de proteger lo que considera suyo, otros, escondiéndose para que no los vean, pensando que al hacerlo quedarán exentos de cualquier daño colateral; los bulliciosos y beligerantes hacen lo suyo, generar más inestabilidad e incertidumbre, los que tiran la piedra y esconden la mano, estarán pensando que están a salvo, de hecho, tal vez ya hayan cambiado su identidad y nacionalidad, por aquello de que se paralice el desarrollo y las medidas de austeridad aprieten al máximo.
¿Quién estará más interesado y poniendo mayor empeño en ver a México bajo el yugo de los dos extremos que son igual de nocivos y esclavizantes, cuando sólo sirven a sus intereses particulares, e igual de violentos cuando se ven amenazados? Nuestro país tenía su propia identidad, vivíamos esforzándonos en mejorar nuestra calidad de vida, a pesar de que saber que entre nosotros había quienes harían todo lo posible para mantener los mismos estratos sociales, porque sólo con una economía controlada se puede manejar a las masas, manteniendo siempre la esperanza a los de mayor marginación y explotando a una clase media acostumbrada a vivir bajo la tutela del Estado; motivando la ambición de los lideres para seguir manteniendo el equilibrio en el sistema, sistema que por más maquillaje que se le ponga, tendrá los mismos principios pero con estrategias diferentes.
Déjalos, dirán los operadores en turno de la administración, adiestrados a medias para la siguiente etapa transformadora del país; déjalos que unos les cuiden las manos a otros y que otros se las cuiden a ellos, en la idea de que es la única forma de que podrá estabilizarse la situación del país; además acostumbrados como están a tener bienes materiales, su prioridad será cuidad de su patrimonio, eso será suficiente para que sigan dando palos de ciego, mientras se asientan las bases de un nuevo paternalismo.

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