Todo indica que la senadora de la República, Olga Sánchez Cordero, tiene el encargo de propiciar reformas, para que los notarios públicos del país se retiren (obviamente una jubilación no remunerada) al cumplir los 75 años de edad. Una postura que sorprende cuando proviene de la 4ª T, caracterizada por privilegiar precisamente a los adultos “muy mayores”, ya que los hay con puesto de primer y segundo nivel con más de 80 años de edad. En esas circunstancias podemos preguntarnos ¿Cuál es el verdadero fondo de esta iniciativa?

Cuando la senadora lo planteó en la tribuna de la Comisión Permanente, los argumentos de combatir la corrupción en las notarías no fueron convincentes, porque esas conductas fuera de orden no tienen que ver con la edad. Lo único que viene a nuestra mente, es la posibilidad de abrir camino a nuevos notarios identificados con Morena. Quizá vieron el vacío, ahora que deben de estar integrando una propuesta de fedatarios de su confianza en los seis estados donde habrá elecciones.

El día de los comicios, los notarios tienen la obligación de acudir a su despacho, pese a ser domingo, y de dar fe de cualquier irregularidad que fuera denunciada en alguna casilla.  Estarán de guardia, dispuestos a atender  cualquier llamado del órgano electoral o de ciudadanos que lo requieran, para dar fe pública de los actos  que se presenten y sean de interés para alguna de las partes participantes porque vean amenazados sus intereses.

¿Será eso? Que no tienen confianza en los notarios, que por las razones lógicas, en su mayoría tienen un Fiat que les fue otorgado por un gobierno estatal diferente a Morena.

Forzar el retiro de los notarios públicos de mayor edad, puede resolver este vacío en prevención de lo que va a ocurrir en los comicios de todo el país en los próximos años (en la Presidencial de 2024), quizá eso los mueve a impulsar desde ahora las reformas que abran oportunidades a otra generación de notarios, ajenas a los estados gobernados por partidos diferentes a Morena. Algo que no es ni fácil, ni rápido.

            REFORMA PUEDE FUNCIONAR EN EL 2024

 El tema está  en el terreno legislativo y obviamente que no tendrá resultados en los próximos 18 meses, por más que se aceleren los procedimientos, pero sí estará lista la Reforma poco antes de las elecciones presidenciales de 2024.

Los notarios no tienen color, ni partido, ejercen su profesión como todos, pero sabemos que hay una desconfianza permanente a todos los sectores activos, empresarios, periodistas, y los fedatarios no han de ser la excepción.

Quienes aspiran a ser notarios deben de capacitarse para poder aprobar un examen de oposición. Dicen las malas lenguas de la gente buena, que los Gobierno Estatales al tener a su cargo la evaluación de los candidatos, puede ejercer sus preferencias, en cuyo caso tenemos que hasta ahora hay 16 entidades gobernadas por Morena, 7 por el PAN,  4 por el PRI, 2 de MC, 1 del PRD y 1 del PVEM. Después de los comicios del 5 de junio habrá un reacomodo de fuerzas políticas en seis entidades y se presume que tres o cuatro de ellas serán para la corriente guinda.

Obligar a retirarse de cualquier profesión o actividad a los 75 años de edad, cuando se está pleno de todas sus facultades, y ha logrado acumular no sólo experiencia, sino una clientela que lo favorece, resulta injusto, es una arbitrariedad.

Ni siquiera los ministros de la Corte de Justicia de la Nación, o el Presidente de la República, tienen un límite de edad. Incluso muchos integrantes del gabinete presidencial superan los 75 años, el mejor ejemplo es el fiscal Alejandro Gertz Manero quien cuenta con 82 años.

Olga Sánchez Cordero, presidenta de la mesa directiva del Senado tiene 74 años de edad, ella perdió el Fiat notarial en septiembre de 2021 por incumplimiento con el SAT, y fue una, entre más de mil fedatarios sancionados a nivel nacional con la cancelación por incumplimiento con el Fisco. Ese fue el principio de la hebra, es claro que hay una operación “limpieza” en la cancha notarial.

Referente a lo expuesto por la senadora Sánchez Cordero en la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso en enero pasado,  estipula incorporar bases generales para la función notarial en el artículo 121 de la Constitución; hacer obligatorio  un examen público de oposición; además la propuesta incluye el retiro de la licencia, a cualquier notario, al llegar a los 75 años de edad.

            EN ESTADOS 18 MESES PARA MODIFICAR CONSTITUCIÓN

Para lograr un Fiat hay un largo proceso, tienen que pasar varios exámenes, una actividad práctica con notarios de su ciudad o de la entidad, luego un primer examen para ser aspirantes al ejercicio del notariado, y con la patente de aspirante, estará en condiciones de presentar el examen de oposición, normalmente en promedio llegan a ser titulares de la notaría a los cuarenta años de edad, después de haber ejercido durante algunos años la profesión de abogado.

En otras profesiones, como arquitectos, doctores o ingenieros, no son obligados a dejar sus cargos o retirarse por tener 75 años. Ni los ministros de la Corte de Justicia o el Presidente de la República, tienen un límite de edad. Incluso son varios los integrantes del gabinete los que están por cumplir los 75 años o superan esa edad. La propia Olga Sánchez Cordero tiene 74 años, el fiscal Gertz Manero tiene 82 años.

De aprobarse la propuesta, las entidades del país, entre ellas Tamaulipas, tendrán 180 días para modificar sus propias constituciones y 360 días para emitir leyes secundarias para establecer los regímenes de responsabilidad, vigilancia y sanciones.

Por otra parte, hay 18 entidades que tienen en sus Congresos locales mayoría “morenista”, con el voto aprobatorio de 17 Legislaturas locales es suficiente para hacerla vigente en el plano nacional.

            SANCIONES POR EL MAL USO DEL FIAT

De acuerdo a declaraciones de Olga Sánchez Cordero el propósito es crear candados para limitar el ejercicio de las funciones del notariado y establecer un régimen de vigilancia y sanciones a notarías públicas que han participado en la creación de empresas fantasmas o en otros esquemas de defraudación, como la llamada Estafa Maestra. Pero la realidad es que para llevar a cabo estos propósitos no se requieren poner límites de edad en los fedatarios.

En conclusión, establecer el retiro obligatorio de los notarios a los 75 años de edad,  es echar abajo la institución fedataria y terminar con una carrera de servicio de personajes, que en su ciudad o distrito, gozan de prestigio profesional incuestionable, eso sin contar que los usuarios de sus servicios normalmente tienen a un fedatario de su confianza.

Resulta obvio que la edad de los notarios no tiene nada que ver en el control de actos ilegales en las notarías, pero la Reforma va, no sabemos si cancelen el requisito absurdo de la edad, pero tendrán que buscar otro que permita dejar fuera a varios de los que están en ejercicio para darle entrada a una nueva generación de notarios.