En tres meses más, los políticos que hoy están en el escaparate de la sucesión estatal sabrán a qué atenerse. Muchos de ellos se sostienen de ilusiones a pesar de que su lógica les debe estar gritando al oído que el capital político que han logrado acumular por si mismos, no les sirve para sacar adelante un triunfo estatal, la mayoría de ellos sólo tiene presencia en un municipio y su zona de influencia.

Los de Morena le apuestan al grado de aprobación del presidente López Obrador, el cual sigue siendo alto. En la cancha guinda, con la excepción de JR Gómez Leal y Américo Villarreal Anaya, que tienen una presencia estatal, el resto de los aspirantes (ocho) sólo tienen algún peso político en su municipio y zona de influencia.

A JR lo hace fuerte el trabajo de territorio que ha venido desarrollando en casi tres años en la entrega de apoyos de política social del gobierno federal, y sobre todo porque a diferencia de sus antecesores que permanecían la mayor parte del tiempo en la comodidad del despacho, Gómez Leal sale cotidianamente a empolvarse los zapatos en ejidos y poblaciones de menos de 2,500 habitantes.

Por su parte el senador Américo ha logrado un posicionamiento, en gran parte por la sombra protectora de su señor padre el exgobernador de Tamaulipas del mismo nombre, y claro el trampolín que representa la curul que ostenta y que le permite celebrar los acercamientos que quiera para hablar de su trabajo legislativo a lo largo y ancho del estado.

EL PESO POLÍTICO REAL DE MAKI.- La tercera en peso político es Maki Ortiz, por ser alcaldesa del municipio más poblado y su fama de invencible, sin embargo los 150 mil votos que ganó en su última elección no es ni la cuarta parte de los sufragios que estaría necesitando para obtener un resultado decoroso en las urnas en la competencia por la gubernatura.

Incluso el hijo de Maki, Carlos Víctor Peña Ortiz, que este año ganó la elección de alcalde en Reynosa, sólo alcanzó poco más de 95 mil votos, muy por debajo de los logrados hace tres años por su progenitora.
Y de ahí para abajo, los restantes aspirantes de Morena no están en condiciones de dar la batalla en la contienda por la gubernatura.

Por lo que respecta a la arena azul, el panista Jesús Nader Nasrallah, quien logró su reelección con 75 mil 511 sufragios, el 51 % de la votación, no le alcanzaría para lograr una captación de sufragios decorosa.

Los resultados que obtuvo Nader fueron buenos para permanecer al frente de la Comuna Jaiba, pero vendría a ser el 10 % de lo que se requiere en los comicios estatales.

Desde luego que el buen desempeño de un alcalde o alcaldesa sirve para obtener una buena fama pública más allá de su municipio, y obviamente la suma de los capitales políticos de varios alcaldes de un mismo partido representa la fuerza del partido en cuestión.

Es así como el PAN tiene su fortaleza en 28 municipios que son menores en población; la fuerza electoral de Morena en las próximas elecciones está en 10 municipios de los más poblados; el PRI gobierna en 4 también de los pequeños y una alcaldía independiente.

Hecha esta reflexión no pasamos por alto que sobran quienes le endulzan el oído a Adrián Oseguera Kernion, alcalde de Madero, de que él puede con sus 47 mil 757 votos obtenidos para su reelección hacer un papel decoroso en una elección estatal.

Incluso Mario Alberto López Hernández, Jefe Edilicio de Matamoros, que logró una muy buena captación de votos, 100 mil 127, que representó el 56.15 %, el porcentaje más alto del estado, tampoco le alcanzaría para conquistar la gubernatura por sí sólo.

Y en las misma está Erasmo González Robledo con presencia local en Madero, donde tiene una bien cimentada carrera política, pero sin proyección estatal; mucho menos el tampiqueño Rodolfo González Valderrama que nunca se ha medido en las urnas podría “dar color” en la contienda de 2022.

DÍAZ DURÁN Y SU ESTRATEGIA ANTI CABECISTA.- Ahora que, hay estrategias que pueden proporcionar crecimiento, y es el caso de Alejandro Rojas Díaz Durán, que de los morenistas es el que tienen más tiempo en el escenario tamaulipeco, lo conoce mucha gente por sus videos y también hay que decirlo, su campaña anti-cabecista le ha permitido ganar terreno en un ala de la sociedad que no se encuentra satisfecha con el desempeño de la actual administración estatal, ese es el mercado del senador suplente de Ricardo Monreal.

En cuanto al Guasón, Héctor Martín Garza González, su situación está muy por debajo de cualquiera de los ya mencionados. Pero está muy animado, cree en sus posibilidades por su relación con el Presidente López Obrador de más tiempo, comparada con cualquiera de los mencionados, en esas condiciones le sale muy bien su slogan, “Voy a ser el gobernador de Tamaulipas”.

Finalmente el candidato morenista que resulte favorecido con la candidatura tendrá a su favor el impulso de Palacio Nacional y la suma de las fuerzas morenistas ya descritas, que por sí solas no representan mucho, pero sumadas podrán dar resultados favorables en las urnas.

En cuanto al panorama del Partido Acción Nacional, la pérdida de terreno durante los comicios celebrados este año, vendrá a mermar su capital político en la elección estatal, la cual requiere de una operación política en grado mayúsculo, particularmente en 30 municipios menores, sólo así puede enderezar la corriente a su favor. De ahí que la candidatura de César Augusto “El Truco” Verástegui Ostos, es la ideal por los nexos del Secretario General de Gobierno con las diferentes fuerzas de poder del estado, tiene contacto con alcaldes, empresarios, organizaciones diversas, tanto de profesionistas como de activismo social, ya lo hemos dicho antes tiene en sus manos las riendas del Poder y eso será fundamental para sacar a flote al barco azul frente al vendaval que se avecina.