El presidente electo presentó su Plan Nacional de Seguridad con el que pretende pacificar al país en una de sus etapas más violentas de la historia; la guerra contra el narco que comenzó Felipe Calderón y continuó Peña Nieto ha dejado miles de muertos entre inocentes y delincuentes y otra centena más de elementos de las fuerzas federales y estatales heridos tras sufrir agresiones directas, como en Tamaulipas que ocupa el primer lugar del país en ataques a personal del ejército mexicano.
En un evento realizado en la capital de país, Alfonso Durazo, quien se convertirá en el próximo Secretario de Seguridad Pública explicó, palabras más, palabras menos, que será a través del combate a la corrupción como pretendan reducir el problema; “la delincuencia organizada no puede existir sin un grado de involucramiento de funcionarios públicos que les ofrezcan un margen de protección e impunidad”, dijo a los oyentes, lo que en teoría suena lógico, pero casi imposible.
La cultura del mexicano es y siempre ha sido conseguir “vía fast track” lo que quiere y sí para ello tiene que ofrecer o dar algo a cambio lo hará, lo mismo que ocurre entre funcionarios de primer nivel, pero en grados más altos, sí a eso le agregas el poder y sometimiento que han logrado los líderes delincuenciales sobre los políticos (por temor o conveniencia) el problema se hace más difícil de resolver.
Reiteró la división por regiones e insistió en la creación de una Guardia Nacional que englobará en una sola corporación a la policía federal, militares y marinos, para convertirla en una sola corporación que responderá a las órdenes de Andrés Manuel López Obrador; el resto fueron solo estrategias de prevención como las que adelantó en Ciudad Victoria durante el encuentro que sostuvo con el gobernador.
Lo polémico aquí será la manera en la que opere esa Guardia Nacional y sí eso incluirá el retirar al ejército de las calles como se planteó en un principio y sí es así a partir de qué momento lo hará y como sustituirá su presencia sin afectar la vigilancia.
Tantas preguntas.
Otra cosa que adelantó el equipo de AMLO, pero aquí en Tamaulipas es la desaparición de casi la mitad de las delegaciones que actualmente operan. José Ramón Gómez Leal, el próximo super delegado, dio a conocer que será esta misma semana cuando se ultimen detalles, pero adelantó que de las 56 que operan actualmente la cifra podría reducirse hasta en 25; la idea es funcionar dependencias como Liconsa y Diconsa que se incorporaran a SAGARPA, por mencionar solo un ejemplo.
Volviendo al tema de la corrupción y oportunismo, vaya escándalo desató el periódico El Mercurio al ventilar el presunto caso de nepotismo en el ayuntamiento de Ciudad Victoria. Curiosamente el yerno del tesorero municipal, José Alfredo Peña Rodríguez fue el proveedor elegido por ellos mismos para surtir de medicamentos al centro de salud municipal lo que representa un grave caso de conflicto de intereses por el parentesco entre quien maneja los dineros y el dueño de la farmacia.
Entrevistado al respecto el alcalde Xicoténcatl González Uresti contestó evasivamente a los reporteros que no se ha hecho ninguna licitación, pero aceptó que el yerno del tesorero fue el proveedor elegido por sus bajos costos.
Los mas molestos, por su puesto, a aparte de los ciudadanos, son los empresarios pues no es justo que de manera irregular y poco transparente se estén tomando decisiones que a todas luces rompen con las normas de este nuevo gobierno. El presidente de la CANACO, Gonzalo Alanís exigió una explicación y que se beneficie a todos por igual, eliminar el influyentísimo y someterse a los vientos de cambio que se supone arrasaron con ese tipo de prácticas.
…Empezando con el pie izquierdo…
Que Dios lo bendiga, gracias

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