Llegará a la vida como un rayo de luz para iluminar la consciencia, y todo lo que oscurecía los días, se llenará con la claridad del saber al abrir la mente a la verdad; los pensamientos serán como un hermoso jardín, donde miles de coloridas y perfumadas flores deslumbrarán al mundo con los destellos de la perpetua llama de la sabiduría de Dios.
No habrá más tristeza en el alma, todo cuerpo pondrá en evidencia la felicidad que reina en su corazón, y el amor será la palabra que hará feliz a quien la escuche y a quien atienda.
En todo el entorno se fortalecerá la armonía y se respirará tranquilidad, restableciéndose la paz por igual en los corazones angustiados por el miedo, y en los acosados por la desesperanza de la humillación y del orgullo mal encausado.
Los nubarrones en el cielo, generados por la ambición y la torpeza de las entidades desestabilizadoras en el orbe, serán despejados por el poder de la naturaleza a una orden del Todopoderoso.
Lo indeseado no llegará, la oscuridad no reinará, el mal no sacudirá el paraíso, porque no fuimos creados para adorar al maligno, sino para adorar al único Dios “Pues por él fueron criadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, ora sean tronos, ora dominaciones, ora principados, ora potestades: todas las cosas fueron criadas por él mismo y en atención a él mismo y así, él tiene ser ante todas las cosas, y todas subsisten por él y por él son conservadas” ( Colosenses 1:16-17).
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com