Nuestro inolvidable amigo el Filósofo de Güemes Ramón Durón Ruiz, acuñó o popularizó la expresión de que los políticos son como los frijoles, porque gustan de estar arriba o abajo pero siempre dentro del jarro, aludiendo al erario o presupuesto.

Nos acordamos de Ramón ahora que leímos la noticia de que Enrique Rivas Cuéllar, presidente municipal de Nuevo Laredo, se registró como candidato a diputado local, y que la diputada Juana Sánchez, de Reynosa, competirá pero ahora por una regiduría. Ambos pertenecen al PAN.

No dudamos que sean servidores públicos movidos por la vocación de servicio, pero ese afán por seguir enchufados al presupuesto gubernamental, hace pensar que no tienen llenadera y que no les importa caminar hacia atrás como los cangrejos, si es para seguir viviendo del erario.

Hoy empiezan las campañas de proselitismo de los candidatos a presidentes municipales y a diputados locales, y hay algunos que quieren demostrar que les corre prisa por ganar adeptos pues harán eventos desde el primer segundo de este día.

Es una exageración disparatada pero los candidatos tienen licencia para cometer cualquier cantidad de extravagancias, pues lo suyo es llamar la atención y hacer su mejor esfuerzo en mostrarse diferentes, únicos, dignos de merecer el voto popular.

Nuevo Laredo no tendrá problema para decidir el nuevo gobierno que quiere darse, pues el presidente municipal saliente, Enrique Rivas Cuéllar, es el peor de cuantos ha tenido la ciudad en su época moderna.

Hace 40 años, Jesús Cárdenas Duarte gobernó a Nuevo Laredo en el trienio 1981-1983, y desde entonces no había tenido esa ciudad una autoridad tan indolente, inepta y con sospechas de mala conducta en el manejo del recurso público, como ahora.

Cárdenas tuvo empero, el atenuante de que era una marioneta del cacique cetemista Pedro Pérez Ibarra, y en lo particular, Jesús era un tipo simpático, culto, divertido, amante de la fiesta brava y bohemio consumado.

Le inventaron la patraña de que una amiga de su esposa le habría preguntado en una convivencia social, si era cierto que el abogado Cárdenas Duarte era aficionado a las bebidas espirituosas.

Ella habría contestado: “aficionado, no, es un profesional de las bebidas”. Había una cantina en la zona centro de Nuevo Laredo, Gambrinus, donde don Jesús se ponía muy alegre con sus amigos y en la euforia etílica, bailaba flamenco encima de alguna mesa, luciendo su inseparable sombrero cordobés.

No sabemos de las aficiones personales de Enrique Rivas Cuéllar, excepto del cultivo de cabello ajeno en su augusta testa, pero al menos es discreto y no da la nota de escándalo.

Abrimos un paréntesis para agregar otra anécdota respecto de la carrera política de Jesús Cárdenas Duarte. Hace cuarenta años era presidente del PRI en Nuevo Laredo, anodino, oscuro, mediano, modesto.

Era Gobernador Emilio Martínez Manautou y se le hizo bolas el engrudo al grado de que puso a Cárdenas Duarte como presidente municipal.

Fue un error. El grado de corrupción en el Ayuntamiento, era tal, que ocurrió una medida drástica, inédita, increíble dictada en Ciudad Victoria: se intervino el manejo de la tesorería municipal.

Contadores enviados desde la capital del Estado, se hicieron cargo del dinero público, para evitar que los funcionarios locales lo siguieran escamoteando. El presidente municipal no tuvo el asomo de vergüenza de entregar su renuncia, ni hubo denuncias por la violación de la autonomía municipal.

Nuevo Laredo tendrá ahora un vuelco en su historia, pues dejará atrás estos años de perversión política, ya que es inevitable que el PAN pierda la elección, no solo en esa ciudad, sino en la mayoría de las que tienen bajo su control.

El jefe de esta pandilla política, Cabeza de Vaca, tiene un pie en la cárcel pues esta semana se resuelve el juicio de desafuero entablado en su contra, lo que provocará que sea echado del cargo para ser sometido a proceso penal.

En estas condiciones, los candidatos de su partido saldrán desde hoy a las calles a buscar el voto pero con el temor de la gente les eche en cara que tengan como líder a un sujeto que tiene en su contra los más graves cargos de corrupción gubernamental.

Adicionalmente, el periódico El Norte publicó resultados de una encuesta donde se midió la intención del voto de los ciudadanos. Un 45 por ciento declaró que favorecerá en las urnas a los candidatos de MORENA, un 18 por ciento votará por el PRI y apenas un 17 por ciento, por el PAN.

En otros temas, el presidente nacional de MORENA Mario Delgado Carrillo anunció en Sinaloa que Américo Villarreal Anaya está cumpliendo allí funciones de Delegado General de su partido, pero para agarrar ritmo para regresar a Tamaulipas.

Sus palabras son interpretadas como el anuncio de que será el candidato a Gobernador, sin esperar a resultados de encuestas, sondeos, consultas, lo que no agradó a otros aspirantes a la nominación.

Rodolfo González Valderrama, Erasmo González Robledo, Mario Alberto López Hernández, Adrián Oseguera Ramos, José Ramón Gómez Leal y hasta El Guasón, están enlistados como prospectos para la sucesión de Cabeza de Vaca.

Américo está preparando el triunfo de Rubén Rocha Moya como candidato a Gobernador de Sinaloa, en comicios que ocurrirán dentro de menos de dos meses, el domingo 6 de junio.

En Reynosa se siguen complicando las cosas, pues una simple llovizna tumbó estructuras metálicas que servían de adorno en los puentes sobre el canal Anzaldúas, instalados a un costo superior a los once millones de pesos, por el gobierno estatal.

Cabeza de Vaca volvió a quedar en ridículo, pues además de que sus obras no sirven, no resisten el embate de vientos ligeros, a menos que sean valores entendidos, en el sentido de que sabían de antemano que era una obra chafa pero callaron porque les dieron moche.

Por su parte, Maki Ortiz Domínguez le tiene pavor a la competencia política de Rigoberto Ramos Ordóñez, pues primero le agandalló la candidatura de MORENA, y ahora saboteó la candidatura que le ofreció el partido Verde.

La presidenta municipal saliente consiguió la candidatura de MORENA para su propio hijo, pues quiere perpetuarse en el cargo, y ahora maniobró al más alto nivel en el Partido Verde, para que le nieguen su apoyo a Ramos Ordóñez.

Sabe la señora Ortiz Domínguez que no aguantarían una revisión contable sus informes financieros, por lo que está obsesionada con seguir teniendo el manejo del gobierno municipal, al costo que sea, para tener impunidad.

Pero esta historia todavía no termina.

Cumplen años el contador público y periodista Humberto Gutiérrez y el vocero gubernamental en materia de seguridad pública, Luis Alberto Rodríguez.

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