El INEGI acaba de dar a conocer los resultados de su última encuesta sobre el impacto económico generado por la pandemia. De la información proporcionada destaca un dato lastimoso, sólo un 7.8 % han recibido algún apoyo para solventar la situación, en la contraparte hay, el 93.2 % de las empresas mexicanas han sufrido afectaciones económicas desde el inicio de la crisis derivada por el COVID-19 sin recibir ninguna clase de auxilio.

México es el único país afectado por la pandemia y que no ha recibido ayuda del gobierno, el actual régimen no comprende que el derrumbe económico de la industria y el comercio, es el derrumbe de la economía del país, y no sólo de un grupo de empresarios. Que la quiebra de las empresas grandes o chicas, es el destrucción de una estructura económica que tendrá consecuencias sociales y psicológicas, derivadas del incremento de la pobreza.

En ese marco de circunstancias, las grandes empresas solicitan diferimiento de impuestos, reducciones fiscales y subsidios a la nómina, mientras que las pequeñas empresas apuestas por aplazamiento de pagos por servicios.

El comercio y los jubilados de Victoria claman al Gobierno Federal que la CFE les difiera los pagos hasta 2021, cuando estarían cubriendo junto con el primer bimestre los consumos de lo que resta del presente año de manera escalonada hasta liquidar la totalidad, un tema que ya fue puesto en manos del Secretario de Hacienda por la CANACINTRA nacional, de tal manera que en este caso son tres sectores sociales los que claman una prorroga mientras termina la pandemia.

No queremos ser aguafiestas, pero es poco probable que esta petición obtenga una respuesta favorable. Al respecto el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, únicamente se comprometió a revisar el tema con la CFE, y por lo que se ve con escazas probabilidades de una respuesta afirmativa, puesto que, casi a manera de excusa el funcionario manifestó que la CFE tiene un déficit máximo, que le impuso el Congreso de la Unión, el cual no puede ser modificado tan fácilmente.

COBROS INJUSTOS DE CFE AL COMERCIO

Por otra parte empresarios del sector comercial se quejan de que a pesar de tener locales cerrados y prácticamente sin consumo, les parece que las sumas que les están cobrando son muy altas.

Y es que existe un historial de consumo y este se promedia con el que marca el medidor, es una operación matemática que en estas condiciones de inactividad debió de haberse tomado en cuenta y modificado el esquema, y darles un tratamiento como si se tratara de nuevo contrato, por lo menos aplicar esta excepción a partir del segundo semestre del año, es decir a partir de ahora y hasta cuando se decrete semáforo verde.

En este caso debió de haber gestionado desde un principio el diseño de una mecánica para que a partir de que fue decretado el cierre de los negocios comerciales o industriales, haber dado de baja esos antecedentes y operarlos como si fueran contratos de nueva creación. Los empresarios no lo hicieron, porque fiscalmente deben de seguir facturando el consumo a nombre del mismo causante, pero la CFE si pudo haber tomado en cuenta esta circunstancia.

La realidad es que hoy el sistema político le preocupa más la subsistencia propia, que la subsistencia del aparato económico del país. Sabe que empezará a recibir menos pagos de impuesto como consecuencia lógica de la parálisis del sector productivo y cuida su caja registradora.

Ojalá y esta vez la CFE y sobre todo el aparato gubernamental logre comprender que el derrumbe económico de la industria y el comercio, es el derrumbe de la economía del país, y no sólo de un grupo de empresarios. Que la quiebra de estas empresas representa desempleo y una serie de problemas colaterales que van desde el incremento de robos por la necesidad, hasta los suicidios por la desesperación. Y no exageramos, tan sólo del 1 de enero al 15 de mayo se registraron 47 suicidios en Tamaulipas.

Deseamos que esta propuesta de la CANACINTRA obtenga una respuesta positiva del Gobierno Federal, porque de ahí se tendrían que derivar a otros sectores como el del comercio y los grupos en condiciones de marginación social.