La situación de la economía mexicana dejó de cuestionarse. La principal economía de Latinoamérica paraliza su crecimiento en un escenario negativo, las previsiones del gobierno, han quedado en nada, previsiones que daban al país gran crecimiento, ante la realidad se han quedado en estancamiento. Pese a que la economía se desacelere, los planes que planteaba López eran confusos porque se trataba de un conglomerado de políticas de alto grado de incapacidad por la forma de ejecutar los presupuestos, haciendo política ficción con ingresos que no se ajustan al previsto; ya que por el diagnóstico inicial se adaptaba a un ritmo de crecimiento acelerado que no se dio.

Las previsiones daban 2% como tasa de crecimiento, al tercer trimestre continuó en estancamiento como a lo largo del año, ajustada la tasa muestra contracción del 0,4% para la economía, lo que muestra la incapacidad de manejo del país, pues en una situación como la actual, las políticas que se contemplaban, donde no crecían los impuestos, donde se iba a mantener una política de austeridad, así como un incremento en el gasto para política social, en un escenario donde los ingresos caen, se debe reformar la política de egreso, adaptándola a la situación vigente.

El ajuste es imperativo. Mientras se esperaba recaudar tal capital; ahora, tendrán que medir de donde se obtendrá el capital para seguir invirtiendo en las políticas sociales de López, que no son institucionales, son lopistas, pero la caída en los ingresos por menor actividad económica, obligará a López a incumplir o a aumentar impuestos, medida que ya se aprobó para 2020, medida que afecta a todos los ciudadanos en el país.

La situación económica global se deteriora. El balance de riesgos que compone la economía se deteriora cada día, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI), anuncia una “desaceleración sincronizada”. Ante una situación como esta, no contemplada en su política de gobierno, López debe aportar soluciones para revertir una situación cada vez más débil para la economía azteca en un momento donde las economías emergentes presentan vulnerabilidad a la hora de captar inversión extranjera, ha llevado a que esos niveles de inversión caigan por debajo de lo esperado, provocando que se merme la actividad económica en el país.

Las tensiones que sacuden a la economía global nos llevan a una complicada situación, donde los inversores se muestran cautelosos, a la espera de que vuelva la normalidad al escenario político y económico, volviendo con ello la garantía de que los flujos de inversión, esta vez, no caerán en saco roto. Para enfocarlo al punto de vista de ciudadano, aunque la situación siga favorable para el país, repercutirá en  problemas a la sociedad, pues en un escenario sin capacidad de abordar  políticas de impacto, veremos una desaceleración más profunda y por cuestiones de Ley de Okun, la economía mexicana podría comenzar a destruir, con su decremento, empleo en el país, de entrar en un entorno recesivo, podríamos ver como las empresas, ante la desaceleración económica, comienzan a reducir sus inversiones y su actividad; mostrando cautela para no correr riesgos.

Esto tiene impacto en la economía mexicana, que, ante los riesgos que atraviesa el país, podría ver cómo el consumo de los hogares, ante un contexto desfavorable, se afecta. La cautela es un factor a tener muy en cuenta en escenarios recesivos, ningún empresario invierte en un contexto de incertidumbre, escenario de alto grado de complejidad, ya que los factores son más externos que internos y por ende, la capacidad de resolución es más limitada.

Los ciudadanos deben mostrar cautela, actitud austera, no a gastos superfluos y excesivos, ante las curvas de la economía, que podrían derivar en insolvencia ante el incumplimiento de las previsiones. En un escenario como el actual, ni el empleo, ni el consumo está garantizado. Tampoco la política social o la fiscalidad en el país. Estamos ante una situación preocupante para el país y para su economía; la cual se encuentra debilitada y vulnerable que  pone en riesgo a los ciudadanos bajo engaño por promesas son eso; promesas.